«El Jonathan está cerrado y el café de Samil no vale 25 euros»

Juan Manuel Fuentes Galán
Juanma Fuentes VIGO / LA VOZ

VIGO

La popular Teresa Egerique se mofa del argumento de Caballero para mantener la cafetería hasta el año 2044

28 ago 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Caballero decidió defender el mantenimiento de la cafetería Jonathan en la playa de Samil apelando la bolsillo de los ciudadanos, pero no calibró con cuidado su argumento central. Según el alcalde, si el establecimiento desaparece se iría hacia un monopolio «y el café les costaría a ustedes [dirigiéndose a los periodistas] y a todos los ciudadanos 25 euros». El PP, que tras una oposición tímida meses atrás se ha decantado por llevar a cabo una concesión por una década, decidió ridiculizar el argumento socialista. «Es un disparate y un despropósito. Hoy mismo y durante todo el verano, el antiguo Jonathan está cerrado y los cafés de Samil no cuestan esta barbaridad de 25 euros» le respondió a las pocas horas Teresa Egerique, concejala del PP.

Por tanto, no será la existencia de una cafetería más o menos la que regule el precio de las consumiciones, mantiene la oposición. «De hecho, el pliego de condiciones para la nueva concesión no garantiza un precio asequible del café en la zona. Únicamente es la garantía de que la principal playa viguesa nunca se va a regenerar», insiste esta edila.

Y es que el PP ha realizado una propuesta intermedia entre su inmediata demolición, la vía que se siguió con el ya desaparecido As Dornas, o su mantenimiento hasta el 2044, como va a llevar a cabo Caballero. La primera opción la defienden BNG, Esquerda Unida, Compromiso por Galicia o los ecologistas, pero el PP sugiere que se podría adjudicar por un tiempo limitado, hasta el 2025, para que coincida con el San Remo, cuyo período de concesión finaliza ese año y es la última de todos en terminar.

En tal caso, dentro de una década no habría ninguna concesión viva y nada le impediría al Concello abordar la regeneración del principal arenal de la ciudad tal y como está previsto en el plan urbanístico aprobado que entró en vigor hace seis años. Y tras la experiencia de O Vao no se trata de una hipótesis de trabajo pues allí la recuperación de las dunas en una playa abierta al público es una realidad.

Ante la apuesta popular, el alcalde ha optado por no responder, limitándose a sugerir que una década sería un tiempo insuficiente para que el concesionario invirtiera la cantidad necesaria para que el Jonathan quede en buen estado. Por tanto, prima la estética de un edificio en principio condenado sobre la recuperación del arenal. Y la prueba es que Caballero renuncia a hablar de este asunto y solo tras mucho preguntar se ha conseguido esta somera explicaciones.

«Es impropio de un alcalde dar una respuesta como la de los 25 euros. Es solo una huida hacia adelante ante una decisión que no quiere reconsiderar», razona Teresa Egerique.