Acceso limitado, más horario y apertura de oficinas periféricas, nuevas medidas
19 jun 2014 . Actualizado a las 14:41 h.La imagen de cientos de personas colapsando la lonja municipal para demandar las ayudas municipales de emergencia conocidas como cheque social no se volverá a repetir. El alcalde dio instrucciones para eliminarlas y se activaron de inmediato medidas con un objetivo evidente: eliminar la visión de la multitudinaria bolsa de pobreza que ha emergido reclamando apoyo económico institucional.
La principal actuación, que no la única, fue limitar el acceso a la ventanilla y tuvo efecto inmediato. El martes fueron atendidas en la ventanilla especial de Benestar Social de la lonja 400 personas, aunque con seguridad fueron más las que acudieron pero no todas pudieron lograr información. Ayer, sin embargo, se estableció un sistema de números para eliminar la cola en fila y con el tope de 250 citas.
De esta forma, a las 10.45 horas ya se habían retirado todos los números y los que llegaban se tenían que ir con las manos vacías. No tendrán otro remedio que volver hoy y madrugar más para garantizarse que serán atendidos. La tranquilidad que ofrece el gobierno municipal, por boca del alcalde, es que el plazo de presentación de solicitudes estará abierto hasta el 14 julio. Es otro intento de evitar las avalanchas, pero en caso de urgencia como los que viven estas familias normalmente existe prisa por presentar la documentación.
Atención exterior
Junto con la limitación de acceso y el fin de la cola física ante la ventanilla, Caballero anunció ayer que también se informará a partir de ahora en dos de las cuatro UBAS (Unidad Básica de Acción Social) con que cuenta el Concello, concretamente las existentes en Martínez Garrido y Coia. Esta descentralización evitará desplazamientos a los solicitantes y también rebajará la presión en la lonja municipal. Además, se trata de oficinas que conocen a la perfección a las personas en riesgo de exclusión social pues en ellas ejercen habitualmente las trabajadoras sociales.
Por si no fuera suficiente, los funcionarios de Benestar Social tendrán que hacer horas extraordinarias para atender esta avalancha de solicitudes. Los agentes municipales que desde primera hora controlaban las colas avisaban que la oficina abriría tras el cierre de la atención al público de las 13.30, horario habitual del Concello. Tendrá horario vespertino de 16.30 a 18 horas, algo extraordinario en el funcionamiento del Concello.
Freno telefónico
En todo momento, el personal municipal explica a los posibles solicitantes que un requisito insalvable es llevar tres años empadronados en Vigo y que los miembros de la unidad de familiar (o de convivencia, conforme a la terminología oficial) deben estar compartiendo vivienda al menos desde el pasado uno de enero según el padrón de habitantes.
También lo explican con claridad en el 010, el teléfono de información municipal, según explican personas que han utilizado este sistema. Las personas que atienden el servicio explican desde el primer momento que si no se cumple este requisito es inútil gestionar la ayuda. El objetivo es evitar el colapso de la oficina, pero muchas personas que no llevan los tres años acuden pese a todo y allí les aclaran que no tienen nada que hacer.
Salvado este obstáculo, el de la convivencia en el mismo domicilio y el del permiso de residencia para los extranjeros, el papeleo a tramitar es el habitual en estos casos: límites de ingresos, con autorización para descontar una parte por el alquiler o hipoteca, declaración de la renta de todos los miembros de la familia, certificado de la vida laboral, nómina o documento de la risga o del desempleo, contrato de alquiler o gastos de hipoteca, sentencia de divorcio y de pago de pensiones, en su caso.
Un listado largo y complejo para personas en situación límite, pero imprescindible para optar a una ayuda que el año pasado alcanzo 1.760 euros lineales para 1.300 personas o familias.