Las heridas no afectaron a órganos vitales de la mujer, que fue agredida mientras trabajaba en un local de la Herrería
26 oct 2012 . Actualizado a las 12:36 h.Un hombre natural de Cangas y de 49 años se entregó ayer a la policía después de rajar el cuello a una mujer en Vigo. Los hechos se produjeron sobre las 17.30 cuando JC.M.A. se presentó ante los agentes asegurando que acababa de agredir a una de las trabajadoras de la Herrería. Un dispositivo se acercó hasta la Calle Cruz Verde, donde un grupo de mujeres les alertaron de los hechos.
En el interior del establecimiento encontraron a la víctima sangrando en el cuello y acompañada por otras dos mujeres, que la auxiliaban colocándole una toalla para cortar el sangrado.
Inmediatamente fue requerida una ambulancia, que examinó las tres heridas cortantes en la zona del cuello y el pecho que presentaba la mujer, explicando que no afectaban a órganos vitales, aunque alguna era profunda.
Los agentes localizaron en el suelo del lugar de la agresión un cutter con mango negro al que le faltaba parte de su cuchilla, la cama revuelta y manchas de sangre en el suelo.
La responsable del establecimiento dio las características del hombre a la policía y aseguró que lo había visto subir en dirección al consistorio, donde se encuentran la sede de los agentes. Con este testimonio, dieron aviso a los compañeros que custodiaban al hombre para que procedieran a su detención, además de avisar a la Policía Nacional y la Policía Científica.
Testimonio
Una testigo, extranjera, ha relatado hoy que era la primera vez que veía al agresor. La mujer le ofreció sus servicios, ese le preguntó cuanto cobraba y luego él prefirió a una amiga española y subió con ella a un piso.
Poco después, el hombre salió y la trabajadora rechazada le pidió un euro de bromas pero el cliente hizo un gesto hosco con la mano y ella le vio el brazo y la palma llenos de sangre. Inmediatamente, oyeron los gritos de socorro de la víctima y el hombre escapó perseguido por las compañeras.
Estas creen que la herida se salvó «por que tenía mucha grasa en el cuello». Sospechan que el cliente predendía robarle la cadena de oro a su víctima.