La Xunta dice que defiende «os curros, os cabalos e a lei»

Monica Torres
MÓNICA TORRES BAIONA / LA VOZ

VIGO

Medio Rural asegura que el microchip es norma europea y financiada

15 may 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

«A Xunta defende os curros, o cabalo galego e a lei». El director xeral de Produción Agropecuaria sintentizó así ayer la postura de su departamento, responsable en materia de identificación y bienestar alimentario dentro de la Consellería de Medio Rural, al día siguiente de que los ganaderos de A Valga suspendieran el primer curro de la temporada como medida de protesta ante la imposición de colocar el microchip a los equinos.

José Álvarez Robledo recordó que el reglamento europeo obliga a identificar a todos los equinos y que, la única excepcionalidad contemplada es inviable en Galicia porque se vincula a contornos perfectamente aislalados sin riesgos para el resto de la sociedad. «A nosa orografía e métodos de cría en semiliberdade non contempla o requisitos de excepcionalidade», señaló. Además, especificó, «non pode entrar no matadeiro ningún animal sen identificar».

El titular de este departamento insistió en la necesidad de conciliar derechos y deberes apelando al entendimiento. Aludió no solo a los curros sino a los potenciales riesgos para la seguridad vial y de daños a terceros. Álvarez Robledo rechaza el argumento del coste del microchip. «Consciente a Xunta de que non hai zonas para a excepcionalidade, concluimos necesaria unha liña de axuda que minimizara gastos e por iso se conseguiu que a Unión Europea nos deixara por as axudas», argumentó. Las mismas, añadió fueron del 90 % en el 2010 y del 60 % en en el 2011 por lo que «creo que el coste no se debe esgrimir como argumento».

José Álvarez hizo hincapié en que solo hay que colocar microchip a yeguas y caballos, por lo que además ese gasto sería para toda la vida del ejemplar. «Aos potros, que son os que se sacrifican, custa 1,5 euros porlles as marcas auriculares», afirmó.

«Sabemos do valor do cabalo, non hai maior máquina desbrozadora, do ser valor cultural, e etnográfico polo que é necesario preservalo, cumprindo a normativa; a sociedade reivindica tamén seguridade alimentaria e viaria», concluyó.