El denominado viaducto ferroviario de Madrid fue construido en Redondela en el año 1878. Se ha dicho que fue diseñado por discípulos de Eiffel. No se sabe a ciencia cierta si lo eran o no. Pero lo que está comprobado es que lo ejecutaron ingenieros franceses que trabajaban en la línea entre Fives-Lille. El viaducto tiene una longitud total de 257 metros, consta de cinco huecos de 51 metros de longitud que se apoyan en grandes pilares de 8 metros de largo y 5,50 de ancho, y en los extremos se sitúan dos bóvedas de cañón de 10 metros cada una. Desde la estructura metálica que servía para el paso de convoyes hay una altura de veinticinco metros sobre el suelo. El tráfico ferroviario quedó suprimido en la década de 1960 y el puente se deterioró considerablemente durante varias décadas por falta de mantenimiento y los efectos de la corrosión, llegando a desprenderse pequeñas esquirlas de acero en algunas zonas exfoliadas. Pero en el año 1996 la Dirección General de Patrimonio del Estado acometió trabajos de restauración. El Concello ha pensado en darle utilidad y el ingeniero Eduardo Gómez López elaboró un proyecto para convertirlo en pasarela peatonal con mirador, con un presupuesto de 1,3 millones de euros. El concejal de Turismo, Eduardo Reguera asegura que «se hará en esta legislatura».