El enésimo fracaso del equipo aboca al club a una transformación radical de su estructura, desde el consejo de administración hasta la dirección deportiva, la plantilla y la promoción de la cantera
13 jun 2023 . Actualizado a las 15:41 h.El fracaso del Deportivo, su nueva pesadilla en la Primera Federación, aboca al club a una refundación. A una renovación completa de su estructura y modelo, desde el consejo de administración, hasta el papel de la cantera, pasando por los profesionales del proyecto deportivo y la plantilla de futbolistas. La afición se confirma como el principal patrimonio de la entidad, harta de sufrir decepciones y a la espera de las soluciones tantas veces prometidas, pero que nunca llegan.
Consejo de administración
Un necesario cambio, con perfiles más vinculados al fútbol
El consejo de administración profesional queda retratado una vez más con el fracaso del que es directo responsable. Poco se sabe de su proyecto para el Deportivo, más allá de alguna rueda de prensa aislada del presidente, Antonio Couceiro. Ni el máximo mandatario ni la mayoría de los consejeros actuales tienen un perfil deportivo ni experiencia suficiente relacionada con el fútbol de élite. Más allá de la lógica presencia de un hombre de confianza de Abanca en el máximo órgano del club, nadie llegó con bagaje al consejo, y ahora el fracaso del proyecto les sitúa como posibles bajas. La excepción la protagoniza Miguel Juane, exinternacional con la selección española de baloncesto, bregado en la gestión de clubes y experto en derecho deportivo.
Estructura
Sin director deportivo y con un secretario técnico que no seguirá
El Deportivo lleva años funcionando sin un director deportivo. La cabeza del proyecto se la encomendó al periodista Carlos Rosende, que había entrado a colaborar con el club en la primera etapa de Richard Barral, y que se integró formalmente en la estructura bajo el paraguas de Carmelo del Pozo, para convertirse luego en secretario técnico. Creó su propio equipo, con Juan Giménez como mano derecha y varias personas de su confianza. Falló en la confección de la plantilla y en la elección de entrenadores.
Tanto Rosende como Giménez dejaron este lunes de pertenecer al Deportivo, tal como anunció el club en un comunicado. El Deportivo llega ya al mercado más tarde que otros competidores, y sin responsable de la parcela deportiva. En su breve aparición tras el fiasco de Castellón, Couceiro anunció «muchísimas decisiones» inminentes. De momento, solo se fueron Rosende y Giménez. Tras los bandazos de las últimas temporadas el perfil para la dirección deportiva requiere un profundo conocimiento de la tercera categoría y del mercado de jugadores específicos para esa competición, así como la experiencia con la cantera. El club entrevista desde hace semanas a profesionales.
Plantilla
Talento, carácter y experiencia para subir
El Deportivo lleva años sin cumplir con sus objetivos, con frecuencia con jugadores que se venden en verano como estilistas y terminan engullidos por la competitividad frente a futbolistas más aguerridos, ofrecen una pobre adaptación para jugar en campos de la tercera categoría y les falta carácter. El último curso deja ejemplos claros de decepciones: Retuerta, Jaime, Lapeña, Antoñito, Pepe, Rubén Díez, Olabe, Pepe, Isi Gómez, Ibai Gómez, Gorka Santamaría, Arturo Rodríguez, Kuki Zalazar...
Cantera
Eslóganes que no se cumplen y una apuesta que no se traslada al entrenador
El actual consejo de administración fijó como una teórica apuesta estratégica el trabajo de cantera y la promoción de los principales talentos en el primer equipo. Como una decisión para aumentar el vínculo identitario de la grada con el equipo, generar patrimonio y, también, facilitar ventas futuras que alivien la dramática situación económica de la entidad. Nada de eso sucedió en el primer equipo. La promesa incumplida es todavía más flagrante cuando desde las categorías inferiores han surgido algunos de los mejores talentos de la base blanquiazul en décadas, gracias al trabajo de profesionales de la casa alejados de los focos. Con el tapón en el primer equipo, varios jóvenes se marchan a otros clubes, y otros esperan por una oportunidad que casi nunca llega. El propio Óscar Cano dejó en evidencia la falsa apuesta del consejo de administración por la cantera, al insistir una y otra vez en que no alineaba canteranos y que nadie le había mostrado esa decisión como prioritaria.
El resultado, en el peor Deportivo de la historia —en su tercer año seguido en la tercera categoría—, se le negaron minutos a jugadores que habían rendido ya antes en esta liga, como Trilli, al que se le impidió también foguearse en una cesión en enero. El futuro pasa por incorporar la promoción de jugadores de la cantera como una obligación, como sí sucede en otros muchos equipos en categorías mucho más competitivas.