Este año, respira. Déjate aconsejar. Abre los ojos, apunta ideas e inspírate. Se acabaron los agobios. Te proponemos un entrante, un primero y un segundo para despachar las cenas navideñas
15 dic 2014 . Actualizado a las 12:48 h.Devanarse los sesos no es sano habitualmente, mucho menos en Navidad. Los compromisos hacen cola en la cabeza, los amigos piden turno en la agenda, tanta gente que vuelve a la que ver, los turnos de trabajo se descolocan, los jueves son domingo, los villancicos no paran, fun, fun fun, los regalos son cada año más difíciles de comprar, cada vez con menos puntería, y las buenas ideas gastronómicas se agotaron hace tiempo. Stop. Calma y orden. Sin agobios. Hagamos huecos, listas, establezcamos prioridades, cojamos aire y, sobre todo, dejemos que nos aconsejen. Ahí van las primeras recomendaciones, en clave culinaria. ¿No hay menú navideño a la vista? Te proponemos tres recetas tradicionales e innovadoras al mismo tiempo. Se acabaron los dolores de cabeza.
Entrante: Crema de calabaza con naranja
Ligera y suave, esta crema es una gran opción para ir abriendo el apetito, sobre todo en los días de frío. En primer lugar, hacemos un pochado con cebolla y ajo para, a continuación, añadir la calabaza en dados, y las pieles de naranja. ¡Importante!: no introducir la parte blanca de la naranja porque amargará la crema. Echamos caldo de pollo y añadimos el zumo de una o dos naranjas. Cocinamos durante unos 15 minutos, echamos la calabaza y una vez cocida, la trituramos, la colamos y la acompañamos con una crema de mascarpone, aliñado con aceite y pimienta negra. Lo que consigue es un resultado más cremoso.
Para los que prefieren el pescado: lubina
Una lubina con esencia de tomillo, tomates secos y pistachos puede convertirse perfectamente en un digno plato principal. Otra opción es el rodaballo. Para elaborar esta receta, comenzamos fileteando la lubina y hornearla. Al mismo tiempo vamos haciendo una vinagreta con tomate seco y pistacho bien picado, para regalar con ella el pescado. Como guarnición, podemos optar por unas patatas pequeñas, asadas, con un poco de mantequilla y tomillo, una elección sencilla pero muy rica. Con este plato casa muy bien un vino blanco, por ejemplo un albariño, como el Santiago Ruiz.
El rey de la cena: el cordero
Y por último, el plato fuerte, uno de los más demandados en las mesas navideñas: el cordero. Para empezar,untamos una pata de cordero con aceite y sal y la horneamos con un poco de agua a 160 grados durante una hora y media, dos horas. Cada media hora, con el jugo que va soltando vamos pintando la pata. Para la guarnición, unos gajos de pera, unas patatas y una ensalada de tomates cherry. Este plato, al ser potente, deberá acompañarse con un vino con mucho cuerpo, como, por ejemplo, un Muga reserva.