«Gran Hermano 16»: Raquel, celosa por los besos de Suso y Sofía

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La última expulsada de la casa sostiene que Suso le decepcionaría como persona si le tira los trastos a otra concursante de la casa

14 oct 2015 . Actualizado a las 17:19 h.

Seis días. Solo seis días han pasado desde la expulsión de Raquel y Suso, su compañero de cama en Gran Hermano 16, ya está haciendo de las suyas. Las delicias de los que querían tomate. Los puñales que se clavan en el fondo del alma de la extremeña. Y, aunque sus travesuras responden estrictamente -de momento- a una prueba semanal con algo de mala leche, Raquel ya ha sentenciado desde el plató de Telecinco que el catalán le decepcionará como persona si se entera que le está tirando los trastos a alguna de sus compañeras en la casa.

Gran Hermano arrancó este martes a las 21:50 horas un nuevo formato. El reality copa ya tres noches semanales de la cadena: los jueves con la gala, los domingos con el Debate y los martes, ahora con Límite 48 horas, un espacio, presentado por Jordi González y Lara Álvarez, al que el concurso antes denominaba Especial Última Hora. Con él inaugura también un nuevo polífrafo, al que ha bautizado con el nombre de publígrafo. A esta prueba se irán sometiendo los expulsados que vayan dejando el concurso: una lista de preguntas cuyas respuestas -sobre todo, su sinceridad- deberán ser evaluadas por los espectadores.

Raquel, última despojada del derecho de hacerse con el premio final de Gran Hermano 16, ha sido la cobaya del nuevo formulario. La primera pregunta no podía estar relacionada con otro que no fuese Suso: «¿Apoyarías a Suso si le tirase los trastos a otra chica de la casa?». «Como concursante sí, pero como persona me decepcionaría», respondió Raquel. La audiencia habló. Y consideró que no decía la verdad. Que ni siquiera como concursante le seguiría apoyando.

Tras la contestación de la extremeña, Jordi González le reveló una de las misiones de la prueba semanal de esta semana: los concursantes debían darse las buenas noches con un beso. Y le mostró las imágenes que recogen el cometido, en las que se aprecia un reciente nuevo acercamiento entre Suso y Sofía. La segunda pregunta del publígrafo no se hizo esperar: «¿Has sentido celos de Sofía desde que has salido de la casa?». «No, él ha estado hablando muy bien de mi desde que he salido y no he visto ningún acercamiento entre ellos», confesó Raquel. La audiencia, una vez más, concluyó a través de la aplicación de Gran Hermano que la exparticipante mentía.

Los vídeos no ayudan a la expulsada, sobre todo en lo que se refiere a su tesis sobre el acercamiento. Si bien es cierto que Suso deja claro en varias ocasiones que Raquel le parece más sexy del concurso, que desde el principio era ella la que más le gustaba, que es más madura que Sofía y que, cuando salga, se sentará a hablar con ella, porque ante todo quiere conservar su amistas, el catalán también ha desplegado sus mejores dotes de Don Juan trasnochado y le ha preguntado sin rodeos a Sofía cuáles son sus sentimientos actuales por él. «Nada, estoy tan cansada de que me hablas de ella...», le respondió Sofía. «Y yo de que vivas todo el concurso de lo que tuviste conmigo», le reprochó Suso. «A ver Suso yo ahora quiero otro tipo de cosas, no amor», continuó Sofía. «¿Y por que te tiras un mes llorando?», ahondó todavía más Suso en la herida.

Suso, apartado del grupo

Aprovechando la excusa de la prueba semanal, Suso, convencido de que abandonará la casa este jueves, decidió jugársela a sus compañeros. Los reunió y les comunicó que el Súper le había encargado una nueva misión: que todos, menos él, permaneciesen durante un día entero en la cama. El barcelonés, mientras tanto, se dedicó a hacer lo que le dio la real gana por los aposentos de Guadalix. 

Y es que Suso lleva desde el domingo haciendo una vida paralela a la de sus colegas de Gran Hermano 16. La monumental bronca protagonizada por el catalán, que casi llega a las manos con Vera, fue la gota que colmó el vaso dentro de los muros de Guadalix. Desde entonces, se ha apartado radicalmente de sus compañeros, después de que uno a uno hayan condenado su y reconocido que prefieren que el jueves se quede Quique en el reality.

El perdón

Cansado de tener a toda la casa en contra, alegando estar sometido a mucha presión y convencido de que su relación inicial con Sofía la ha convertido en una víctima, prototipo de ganadora del concurso. Así ha asegurado sentirse Suso durante toda la semana. Hasta este martes. El concursante más egocéntrico de esta edición de Gran Hermano aprovechó la conexión de Jordi González para comunicarles los porcentajes ciegos para tomar la palabra. Sabía que el programa estaba en directo. Sabía que era su oportunidad de hablar para toda España. Y así, frente a todos los telespectadores que este martes siguieron Límite 48 horas y sin opción a que el programa se reservase las imágenes para emitirlas más tarde, Suso entonó un sentido perdón ante sus compañeros por «aguantar su impulsividad» y dejó claro que se quiere quedar en la casa, porque el apoyo de la gente le ha devuelto toda la ilusión. Al rato, los porcentajes habían cambiado.