Mariló Montero, un año de polémicas y «trending topics»

La Voz REDACCIÓN

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Repasamos los grandes gazapos de la presentadora de «La Mañana»

31 dic 2014 . Actualizado a las 10:47 h.

El 2014 ha sido indiscutiblemente el año de Mariló Montero. La presentadora de La Mañana ha seguido su polémica trayectoria que ya comenzó en el 2013 y que su espontaneidad y su excesiva verborrea le han catapultado en un sinfín de ocasiones a los primeros puestos de los trending topics en Twitter. Y Mariló Montero al final ha sabido rentabilizar aquel dicho de «hablen de mí, aunque sea mal». En las últimas semanas la presentadora navarra habría recibido ofertas de Telecinco, que finalmente rechazó, y de Antena 3. Por el momento, Mariló Montero seguirá al frente del programa matinal de La 1 de TVE al menos hasta Semana Santa, ya que ha renovado su contrato por unos tres meses. Y después, pues ya se verá. Quién sabe si el 2015 traerá consigo un cambio de cadena para la reina de los gazapos mañaneros.

Mariló Montero comenzó el año 2014 dando mucho que hablar, y no precisamente por las especulaciones sobre si podría convertirse en jurado en el programa ¡Mira quién baila!. No. Lo fue gracias a las transparencias de su falda y su tanga.

Su encontronazo con Kiko Rivera tampoco dejó indiferente a nadie. El pinchadiscos entró en directo en el programa para promocionar una marca de productos para adelgazar y los comentarios hirientes de Mariló Montero hicieron muy complicada la conversación.

Por esta y otras de sus perlas Mariló Montero terminó siendo galardonada en los premios Gerardo por su «incompetencia». «Yo estoy pa comerme», sentenciaba la presentadora la conversación. Y precisamente su siguiente polémica vino cuando bromeó con comerse al pequeño cerdo de su invitada en la conmemoración del día de San Antón. «Brontos, yo tengo un problema. Soy navarra y estoy acostumbrada a ver a los cochinillos aplastados o muy churruscados», le explicó Mariló Montero a la mascota.

En la mayoría de las ocasiones los gazapos de Mariló Montero son producto de no estar muy al tanto de lo que hacen el resto de colaboradores y reporteros, y a lo que parecen unos clamorosos problemas de comunicación entre los miembros del equipo. Buena muestra de ello fue cuando le preguntó a la periodista que estaba en el Museo de Luarca si los calamares con los que había arrasado una de los virulentos temporales del pasado invierno estaban vivos.

Y cuando no habían pasado aún la época de ciclogénesis y temporales, Mariló Montero protagonizó un sonado lapsus al confundir el río Miño, a su paso por Ourense, con el Nilo, en el lejano Egipto. Y al día siguiente, sin abandonar Galicia, la presentadora se reía en directo de la caída de su reportera en el río Tambre.

Si algo no ha aprendido Mariló Montero en todo este año ha sido a tomarse las críticas con humor. En el mes de febrero comenzó el programa, al que da paso María Casado desde Los Desayunos, con una botella de lejía ante la incredulidad de la propia compañera de cadena y de los telespectadores. Como cada día, María Casado estaba despidiendo Los Desayunos con Mariló Montero en pantalla lista para recoger el testigo. Sin embargo, la presentadora se presentó con una botella de lejía en la mano que levantó la curiosidad de su compañera de cadena. Mariló Montero le explicó irónicamente a María Casado que se debía a que «aquí se aprende mucho todos los días. Hago un programa de cuatro horas maravilloso, con muy buena información».

Pese a sus críticas a quienes la criticaban, una inoportuna pregunta a Esperanza Aguirre tras su incidente de tráfico volvió a situarla en el centro de todos los comentarios. Tras la entrevista y poco antes de despedir a Esperanza Aguirre, Mariló Montero no pudo evitar bromear sobre el tema. «Ya bromeando, se acordará de esa fotografía de Celia Villalobos mirando a esos bomberos que entraban en el Congreso. Y que se giraba Celia mirando esos cuerpazos. Pues la mujeres también nos merecemos mirar. Espero por lo menos fueran apuestos los agentes», aseguró entre risas la presentadora. Ante este comentario, la presidenta del PP de Madrid admitió que «sí, sí. No estaban mal».

En abril Mariló Montero anunció una demanda judicial contra la web de humor El Mundo Today y la periodista Elsa López, del consejero editorial de La Opinión de Tenerife, por injurias debido a una noticia que contenía declaraciones inventadas de la presentadora.

Su frustrado salto al «prime-time»

Mariló Montero probó suerte en el 2014 con un programa que intentaba recuperar el espirítu del Grand Prix, bautizado como El pueblo más divertido, junto a Millán Salcedo. La conductora de La mañana de la 1 definía como un cambio radical su nueva faceta de presentadora, aunque se había encontrado muy a gusto en este trabajo porque se considera una mujer «de pueblo», concretamente de Estella, donde acostumbra a «correr los encierros». «Aquí no hay vaquilla, a mi pesar», explicaba. El caso es que el salto al horario de máximo audiencia resultó un auténtico batacazo para Mariló Montero y el programa terminó primero relegado a la medianoche y después retirado fulminantemente de la parrilla televisiva por sus bajos datos de audiencia.

La polémica se desató cuando un sindicato denunció el elevado sueldo de Mariló Montero por cada gala, que ascendía a 13.000 euros. Una cifra mucho más elevada de los 600 euros que cobra por cada programa de La Mañana, tras sufrir un recorte del 40 % en noviembre del 2012. El presidente de RTVE, Leopoldo González Echenique, tuvo que salir al paso de las críticas y a pesar de que no valoró positivamente el resultado del programa matizó que «no es un rango de precio exagerado» ya que «la tele es muy cara».

Cambios en su programa

En mayo Mariló Montero desapareció de un día para otro de una de las secciones que más valoraba la audiencia: la de la cocina. Igual se trató de una premonición de los cambios que llegarían meses después. TVE recuperó a Inés Ballester como sustituta de Mariló Montero para el verano y de su mano llegó un nuevo cocinero, Julius. Tanto Ballester como el chef conectaron con la audiencia y renovaron sus contratos en septiembre. Así Mariló vió como reducían casi una hora la duración de su programa para incluír Amigas y Conocidas.

Siempre en el centro de todas las miradas

Mariló Montero fue una de los miles de invitados que acudieron al besamanos oficial en el Palacio Real el día de la proclamación de Felipe VI. Una foto en la que salía la presentadora bajo la atenta mirada del exjefe de la Casa Real, Rafael Spottorno, y otros tres invitados se convirtió en viral en pocas horas.

Tras las vacaciones de verano, Mariló Montero regresó con nuevas polémicas. La primera de ellas por sus controvertidas declaraciones en una entrevista: «Quiero respeto a las mujeres, pero es verdad que las hay capaces de tolerar malos tratos, y te hablo de gente de alta sociedad, porque van a tener grandes firmas en su bolso, en su ropa y en su vida», afirmó.

Su regreso a La mañana no estuvo exento de controversia. En los primeros días de programa, Mariló Montero se sentó en la mesa de Amigas y Conocidas para realizar una repaso de los temas de actualidad. Entre las perlas que dejó en su intervención destacan sus opinión sobre Podemos: «Vivir en España con una nacionalización de los medios de comunicación, de las escuelas y de la sanidad. ¡Esto es Cuba!».

Mariló Montero entrevistó en septiembre a Ana Obregón, a la que preguntó, ante cierta incredulidad de la actriz y presentadora, «pero, ¿qué edad mental tienes?». En un intento de zanjar el tema lo antes posible, y salir, una vez más, airosa del asunto. Ana Obregón contestó que la «edad es lo que has hecho y demostrado en la vida» y no los años reales que se tienen. Debido al impacto que tuvo su frase en las redes sociales, Mariló Montero pidió perdón al día siguiente. Ella misma aseguró «darse cuenta de cómo había sonado». «Es de mal gusto preguntar por los años, así que yo a lo que me refería con 'edad mental' era a edad emocional, porque veo a Ana y me parece que tiene un interior, una mentalidad de chica de 30 años. Pero es cierto que al decir 'edad mental' sonó mal», aclaró.

Pero esta ocasión no fue la única en la que Mariló Montero se vio obligada a rectificar. Un año después de la muerte de Asunta Basterra el programa leía una carta del entorno de la niña. Al finalizar la presentadora explicó que la misiva estaba firmada por un tal Q.D.E.P. Ante tal resbalón, el periodista gallego Fernando Ónega se vio obligado a aclararle a Mariló que las siglas que cierran la carta significan «que descanse en paz». Al final del programa la presentadora pidió disculpas.

Pero pese a ello los comentarios siguieron, por lo que entró en directo en una cadena de radio para intentar explicar su lapsus, aunque no hizo otra cosa que empeorar la situación. «Normalmente en las esquelas se pone DEP. Pones INRI, pones D.E.P... pero no pones Que Descanse en Paz», afirmó. Mariló Montero olvidó que INRI es el acrónimo de la frase latina «Jesús de Nazaret, rey de los judíos», que aparece en la cruz. La presentadora se defendió de las críticas que cada cierto tiempo la aúpan a los primeros puestos de los trending topics. «Casi todo lo que se ha dicho de mí es mentira y malintencionado y me sorprende que se guíe por lo que se dice en internet y puedo desmontar todos los trending topic de Twitter», afirmó.

Pese a sus errores Mariló Montero mantenía en octubre una teoría conspiranoica que apuntaba en una entrevista en una revista del corazón. «Vivo un linchamiento brutal e injusto» e insistía en que «existe una campaña política contra TVE que me utiliza a mí y a otras compañeras». «Se han empeñado en decir en Twitter que soy lo que no soy y que digo lo que no he dicho», aseguraba. «Acepto las críticas, pero no los insultos. Me he sentido lapidada. Y como nadie da la cara por mí he tenido que salir del lugar en el que me han enterrado y empezar a parar las pedradas», asegura.

Existiese o no una campaña política contra TVE que la use a ella, Mariló Montero fue de nuevo muy criticada por su entrevista a Javier Limón, el marido de la enferma de ébola Teresa Romero. En las redes sociales censuraron el tercer grado en el que la presentadora cuestionó en varias ocasiones la actitud que habían tomado él y Teresa Romero con respecto a cómo las autoridades sanitarias habían tratado el contagio de la gallega.

Mariló Montero presentó en octubre su libro El corazón de las mujeres no tiene reglas, en cuya presentación pidió un pacto de Estado para que los derechos de las mujeres sean iguales a los de los hombres e «indiscutibles».

En medio de la promoción de su libro la presentadora acudió al programa Zapeando, de La Sexta, donde confesó: «Me sale carísimo porque cada vez que soy trending topic me voy a comer y a celebrarlo con amigos y amigas».

Eso sí, Mariló Montero decidió en las últimas semanas tomar acciones legales contra la empresa que distribuye productos con su imagen. «Emprenderemos de inmediato medidas cautelares para el cese de la venta de estos productos e interpondremos una demanda por vulneración al derecho a la imagen y al honor», explicaba.

Y para rematar el año Mariló Montero fue la protagonista indiscutible del programa especial de Nochebuena en TVE con su baile sensual: