La escena sexual más polémica de «Juego de Tronos»

La Voz

TELEVISIÓN

Una crucial violación en Desembarco del Rey, poco fiel a los hechos descritos por George R. R. Martin en la historia original, desata la ira de los más devotos de la ficción

29 abr 2014 . Actualizado a las 11:17 h.

El sexo no es no es noticia en Juego de Tronos. Los fieles a la adaptación audiovisual de las novelas de George R. R. Martin han aprendido a convivir con la violencia y las escenas subidas de tono, más todavía aquellos que previamente se han ventilado todos los volúmenes disponibles de la saga literaria. Abunda en este mundo fantástico de tal forma la crueldad y la perversión que, ya en la cuarta temporada, con más de 30 episodios a sus espaldas, los telespectadores se tragan inalterables no solo crueles asesinatos y sangrientas torturas, sino también explícitas escenas incestuosas, orgías y violaciones. Pero algo ha pasado en el tercer episodio de la temporada que se emite actualmente en televisión. Algo ha removido las entrañas de los incondicionales de la batalla por los tronos y ha conseguido erizar la piel de los más devotos del universo creado por R. R. Martin. Tanto es así que hasta el autor de las novelas ha tenido que disculparse y el protagonista de la escena en cuestión, el actor que encarna a Jamie Lannister -Nikolaj Coster-Waldau-, ha acabado explicando lo que supuso para él rodar el controvertido momento.

A partir de aquí, la noticia contiene spoilers

En el tercer capítulo de la cuarta temporada de Juego de Tronos uno de los personajes más importantes de la historia viola a otro, una controvertida, por motivos varios, violación que además los guionistas de la serie se han sacado de la manga. Lo que sucede es lo siguiente: muerto el despiadado niño Joffrey, rey de Poniente, su tio (y padre) Jamie Lannister se reúne con su hermana y amante (madre del difunto) Cersei, mientras esta vela a su pequeño, y la viola. No se trata de una agresión salvaje ni excesivamente violenta, pero, tanto por el lugar como por el momento en el que sucede, la escena acaba convirtiéndose en un perturbador momento que nada tiene que ver con el primer encuentro sexual que vimos entre los hermanos Lannister ni con -por poner otro ejemplo de violación- aquel acto forzoso en el que Khal Drogo sometía a Daenerys.

La violación de Jamie a Cersei -un encuentro que en el libro Tormenta de Espadas es consentido- se produce en pleno duelo, horas después de que el hijo de ambos haya sido asesinado. Sucede además junto al cuerpo del pequeño Joffrey, después de varios intentos de acercamiento por parte de Jamie de los que solo recibió desprecio de una rencorosa e implacable Cersei, que además, resulta que es su hermana. Todos estos factores juntos, unidos al afán especulativo de los responsables de la serie, han escandalizado tanto a los adeptos de Juego de Tronos que, con alguna aislada excepción, la mayoría de las opiniones sobre la sonada escena han sido rotundamente críticas.

«Fue duro rodarlo», confesó a The Daily Beast el actor que da vida a Jaime Lannister. «Es una escena con significado y viene directamente de los libros de George R.R. Martin, pero me llevó algún tiempo ajustarme mentalmente, porque creo que, para alguna gente, simplemente va a parecer una violación». «No es solo eso, son dos personas que han tenido una conexión durante muchos años, en gran medida física, y lo han mantenido en secreto -continúa Nikolaj Coster-Waldau-. Intenta forzarla para que vuelva con él y sentirse completo de nuevo a causa de su estúpida mano (que perdio en la tercera temporada y que ahora sustituye con una prótesis de oro)». El director del capítulo, Alex Graves, ha ido más allá al intentar explicar el espíritu de la escena. Declaró a The Hollywood Reporter que para él «todo el asunto giraba en torno al hecho de que Joffrey yacía ahí, viéndolo todo». «Es su primer hijo, su pecado, su lujuria y su amor, es todo para ellos», añadió.

La disculpa de George R. R. Martin

En la otra cara de la moneda, George R. R. Martin ha querido pedir disculpas por el giro radical con el que los guionistas han agitado su historia: «Creo que el efecto mariposa al que me he referido en otras ocasiones ha tenido peso aquí. En las novelas, Jaime no presencia la muerte de Joffrey, y más aún, Cersei teme que él haya muerto, ha perdido a su hijo y a su hermano/amante. De repente, Jaime aparece frente a ella. Manco y cambiado, pero Jaime de todas formas. A pesar de que el tiempo y el lugar no es el adecuado, y Cersei teme ser descubierta, ella lo desea tanto como él a ella». «La dinámica es diferente en la serie -continúa explicando el autor de la saga-. Ya van varias semanas desde el regreso de Jaime, quizá más. Cersei y él ya se han visto, ya han estado juntos en numerosas ocasiones, muchas de ellas han terminado en disputa. El escenario es el mismo, pero los personajes están en un lugar emocional diferente que en los libros. Es probable que esto haya motivado a Dan y David a hacer cambios en la escena. De todas maneras, son conjeturas mías; nunca discutimos la escena, si mal no recuerdo».

«Además, en los libros yo escribí la escena desde el punto de vista de Jaime, por lo que el lector está en la cabeza de Jaime, escuchando sus pensamientos. En la serie, la cámara no permite esto. No sabemos a ciencia cierta lo que piensan, solo lo que dicen y hacen. Si en la serie se hubiesen utilizado algunos de los diálogos de Cersei de los libros, la impresión en los espectadores sería diferente. Pero esos diálogos estaban basados en las circunstancias de la novela. Una mujer que se reencuentra con su amante después de mucho tiempo, y al que daba por muerto. Son diálogos que no encajan en esta nueva línea temporal. Esto es todo lo que tengo que decir de este tema». «La escena siempre se concibió como una perturbadora... pero lamento si ha perturbado a alguien por las razones equivocadas», concluye el escritor.