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«Nuestros productos los diseñamos y los desarrollamos nosotros»

Javier Armesto Andrés
javier armesto REDACCIÓN / LA VOZ

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El fundador de la compañía española de dispositivos electrónicos explica cómo se fabrica un «smartphone»

07 nov 2016 . Actualizado a las 18:19 h.

Fundada en el 2009 por seis antiguos estudiantes de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Madrid, la empresa BQ se ha convertido en el principal productor español de dispositivos electrónicos. Desde China, su director técnico, Ravin Dhalani, se desmarca de casos como el bellotagate ?la compañía extremeña Zetta, que vendía como suyos móviles fabricados por Xiaomi? y afirma que «nuestros productos los diseñamos y los desarrollamos nosotros». 

-¿Cuál es, resumido, el proceso de diseño y fabricación de un dispositivo electrónico BQ?

-Hablamos de cuatro patas inseparables que van desarrollándose en paralelo: software, hardware, mecánica y RF (radiofrecuencia). En cada uno de nuestros modelos trabajan equipos transversales de unos 180 ingenieros. La primera fase es la del prototipado, creamos un planteamiento teórico, pero fabricable, del dispositivo final. Seleccionamos los proveedores (por ejemplo, el de la cámara o el de la pantalla), decidimos con Qualcomm la plataforma más adecuada y arrancamos con el desarrollo técnico. Esta fase puede durar hasta cuatro meses.

-¿Y después?

-La segunda fase es la de desarrollo del proceso de diseño y dura seis meses. Resumiendo mucho el proceso, consiste en tres etapas: EVT (Enginering Validation Test), DVT (Desing Validation Test) y PVT (Production Validation Test). Se van fabricando tiradas de dispositivos que pasan por una validación compleja de más de 15.000 pruebas en todas las áreas, como consumo, cobertura, estabilidad, golpes, roturas, polvo, agua, radiación? En cada producto se analizan más de 11.000 parámetros entre componentes, conexiones y líneas de código, lo que suponen aproximadamente 9.600 horas de trabajo de ingeniería. En paralelo, llevamos a cabo todas las certificaciones, que son imprescindibles para la comercialización del producto. La tercera fase es la de finalización del diseño e inicio de la fabricación en serie. Tras la etapa de PVT estamos seguros de que tenemos el producto que queríamos, altamente fiable y con todos los proveedores alineados. Es el momento de iniciar la producción en masa.

-Cuando BQ dice que «diseña» los componentes, ¿qué es exactamente lo que hace? ¿Esto se lleva a cabo en España o en China?

-BQ diseña y diseña mucho. Hay algunas áreas diseñadas en España y otras en China, pero siempre por miembros de nuestro equipo. De los 180 ingenieros que trabajan en cada modelo, 140 se encuentran en España y 40 en China. BQ diseña conceptual y estéticamente sus móviles, gestiona la relación con los diferentes proveedores y supervisa la fabricación en un ensamblador especializado. A nivel de diseño industrial, diseñamos la solución mecánica completa del móvil (dimensiones, curvas y geometrías), lo que supone el trabajo de un equipo de unas 20 personas. Se trata de ajustar más de 70 componentes mecánicos dentro del móvil, lo que supone casi 10.000 horas de trabajo. Asimismo, el desarrollo de la PCBA (placa con todos los componentes), las antenas o el RF path implica a más de 50 personas, y todo en permanente comunicación con los proveedores y las empresas que realizarán el montaje final. Para dar una idea del volumen de trabajo, la PCBA de un móvil tiene más de 1.000 componentes, 4.000 puntos de conexión y 3.000 líneas que han de ser colocadas en una superficie de tamaño inferior a la mitad de una tarjeta de crédito y que tiene 10 capas en su interior.

-¿Y el software?

-No todo viene hecho por Google. BQ se encarga de la completa integración del sistema operativo con cada uno de sus componentes para conseguir la mejor experiencia de usuario. Además, BQ realiza el desarrollo de la aplicación de cámara y de los ajustes de imagen de la misma, así como el ajuste de los parámetros de audio. Todos estos procesos relacionados con el software y su certificación por parte de Google suponen el trabajo de más de 100 personas entre desarrollo y control de calidad. Cada versión de Android que se lanza tiene más de 3.000 contribuciones, el conjunto de todas las versiones de cada uno de los desarrollos constituyen el firmware que se instala en el dispositivo. La actualización a una versión superior significa una carga de trabajo equivalente. Pero BQ se encarga también de la validación de los terminales con más de 15.000 pruebas... Al final, hablamos de una inversión en laboratorios y equipamiento superior a 2 millones de euros.

-¿En qué consiste la personalización? ¿Podemos encontrar en el mercado móviles idénticos (mismos componentes y especificaciones y mismo diseño) de otra marca?

-Las empresas que recurren a la personalización son las que no diseñan sus dispositivos. Nuestros productos los diseñamos y desarrollamos nosotros. Desde la gama E (2014), es imposible encontrar el mismo móvil BQ en otra marca. Hay tres tipos de compañías que venden móviles. Las primeras, y aquí está BQ, son empresas que tienen la capacidad técnica para diseñar y construir técnicamente el terminal porque cuentan con los recursos de ingeniería, los laboratorios y la experiencia necesaria. La producción del dispositivo puede encargarse a un ensamblador especialista o producirse en su propia fábrica. Las segundas son las que subcontratan a un proveedor para que les fabrique un dispositivo en base a unas especificaciones. El terminal es exclusivo, pero la ingeniería, el diseño y el control no reside en la compañía. Las terceras son las que directamente adquieren un dispositivo desarrollado por otra empresa al que añaden su logo y ciertas personalizaciones estéticas de software. No tienen terminales propios porque ni los diseñan ni los fabrican. Nosotros somos responsables únicos y absolutos del software de nuestros dispositivos. Para cada terminal analizamos qué mejoras sobre la base de Android queremos añadir, que pueden ser módulos de desarrollo propio, como la aplicación e integración de la cámara o el tuning de imagen; o pequeñas optimizaciones, como el led de notificaciones, el cambio rápido de apps o los ajustes rápidos.

-¿Qué es más importante, un procesador con muchos núcleos, más memoria RAM o la integración entre hardware y software?

-Hay otros elementos importantes, como son el consumo de batería o la resolución de pantalla, que influyen en la respuesta. En general, lo más importante es el equilibrio entre componentes y sobre todo entre hardware y software y entender que, a partir de un cierto umbral, mayor cantidad de un elemento deja de sumar. Por ejemplo, en un terminal HD con un procesador de 8 núcleos, hay un gran salto de rendimiento de 1GB de RAM a 2GB, un salto menor entre 2GB y 3GB y entre 3GB y 4GB prácticamente no hay diferencia. Si, por el contrario, tenemos una pantalla QHD y vamos a hacer uso intensivo de grabación 4K, nos tendremos que ir mínimo a 4GB para un buen rendimiento.

-¿Cómo es posible ofrecer terminales con buenas especificaciones por la mitad o la tercera parte del precio de una marca premium?

-Nuestros dispositivos ofrecen una experiencia de usuario muy buena a un precio accesible. Compañeros tuyos han calificado nuestro Aquaris X5 Plus como el mejor de la gama media. Ahora, sería muy soberbio por nuestra parte compararlo con un dispositivo de gama premium y las empresas deberían no entrar a ese juego. La cuestión es que en la gama media (aunque nosotros no creemos en gamas) hay cada vez más terminales con especificaciones muy buenas que pueden suplir con creces las necesidades de los usuarios. A partir de ahí, los usuarios son libres de adquirir el terminal que prefieran pero las diferencias en cuanto a experiencia de uso son cada vez menos apreciables en un uso habitual.

-¿Por qué puede llegar a explotar o incendiarse una batería de móvil? Apenas se ha avanzado en la duración de las baterías desde hace una década.

-La tecnología de las baterías ha evolucionado bastante: en los últimos cinco años se ha duplicado su densidad energética. Es un gran avance, pero menor que el que experimentan los circuitos integrados, el doble cada 18 meses. En la autonomía influye tanto el tamaño de la batería como el consumo de los componentes, como las pantallas de alta resolución o las redes de datos ultrarrápidas, y nuestro uso de los dispositivos, cada vez más intensivo. Sobre las explosiones, es un tema en el que prefiero no pronunciarme. Como ingeniero puedo decirte que para que la batería proporcione energía en forma de corriente eléctrica se produce una reacción química controlada. Si se produce un uso o manipulación indebida o bien un fallo en el proceso de fabricación o de diseño, la energía liberada por la reacción química se puede liberar en forma de calor que puede ser suficiente para producir una combustión. Me gustaría recalcar que los casos de fallos a gran escala en baterías son muy, muy puntuales, y que la tecnología de las baterías de los smartphones es sumamente segura.