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Ocho preguntas para entender el conflicto entre la Comisión Europea y Google

La Voz MARION TRIMBORN Y ANDREJ SOKOLOW | DPA

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DADO RUVIC | REUTERS

Aunque desde el buscador se han mostrado en desacuerdo, si la UE prueba que sus acusaciones son ciertas, estas se podría traducir en una multa de 6.600 millones de euros

15 abr 2015 . Actualizado a las 20:11 h.

La Comisión Europea ha puesto en su punto de mira al gigante de Internet Google. ¿Las acusaciones? Incumplir las reglas de competencia del bloque por, sobre todo, abusar de su posición de dominio al favorecer sus propios productos en las búsquedas en internet. Además, también anunció la apertura de una investigación antimonopolio a su sistema operativo para móviles, Android. Desde el buscador se han mostrado en «fuerte desacuerdo» con esta decisión ya que aseguran que los consumidores cuentan con más posibilidades que nunca. Pero, ¿cualés son las claves para entender este conflicto?

¿De qué acusa exactamente Europa a Google?

La Unión Europea supone que el buscador arroja al usuario en una búsqueda comercial determinados resultados, posicionando bien arriba los que más le interese. «No creo que figuren arriba los que más convienen al consumidor», criticó la comisaria de Competencia de la UE, Margrethe Vestager. Los expertos creen que los precios de los comerciantes en Google-Shopping son más altos que entre la competencia. Los comerciantes pagan a Google cuando un usuario hace click en su anuncio y termina en su página web.

¿Cuál es el alcance de la objeción?

Vestager cree que las acusaciones contra Google Shopping son un antecedente. «Vamos a poner también bajo la lupa los comportamientos de Google en otros ámbitos, como en el caso de mapas, hoteles y reservas de vuelos». Sin embargo, la Comisión no hizo acusaciones concretas sobre esto. Los efectos para los usuarios podrían comenzar a notarse por ahora en limitaciones en la búsqueda en Shopping.

¿Qué puede pedir la autoridad de competitividad a Google?

La Comisión de la UE podría pedir a Google modificaciones en el modelo de negocios, como que, por ejemplo, deban aparecer arriba en el buscador un número determinado de competidores. La comisaria Vestager afirma, sin embargo, que no quieren decirle a Google el diseño de la página o las fórmulas con las que generan las respuestas a preguntas: «Los algoritmos son responsabilidad de Google, al igual que el diseño de la pantalla (...) en eso no nos metemos».

¿Qué piden los críticos de Google?

Quieren acciones más duras contra la empresa estadounidense. El año pasado, el Parlamento Europeo propuso una división de buscadores como Google; es decir, que los buscadores se separarán de servicios como, por ejemplo, mapas. La organización de defensa del consumidor europea BEUC, que se había quejado sobre Google, propone que «debe emplear en la búsqueda de todos los servicios, también los propios, exactamente el mismo ránking, índice, sistema de búsqueda y representación». El jefe del grupo parlamentario del Partido Popular Europeo en la Eurocámara, Manfred Weber, afirma que «Internet no es el Salvaje Oeste. Hay reglas que deben respetarse».

¿Debe temer Google una multa?

Sí. En caso de que se llegue a la conclusión de que Google se aprovechó de su posición dominante en el mercado, el buscado podría tener que pagar una multa de hasta el 10 % de la facturación anual, lo que de acuerdo con las cifras del 2014 serían 6.600 millones de euros. Sin embargo, es posible que Google pueda poner fin a la disputa con más concesiones.

¿Cómo sigue el proceso?

Google tiene diez semanas para defenderse ante las acusaciones con una respuesta. Además, el buscador también puede pedir una audiencia. El gremio de la Comisión Europea quiere evaluar los argumentos y decidir cómo seguir. Esto podría llevar un año. Si finalmente se establece una multa, Google puede acudir a los tribunales.

¿Quiénes son los que se quejan?

Las quejas proceden sobre todo de los rivales online, como los buscadores especializados y las empresas de medios, entre los que figuran el gigante del software Microsoft, que cuenta con su poco exitoso buscador Bing; así como páginas de viajes como Expedia y TripAdvisor. Entre quienes se quejan también hay algunas editoriales europeas.

¿Qué puede significar para Google que el conflicto empeore?

Europa es una región importante para Google y, de acuerdo con algunos expertos, del viejo continente provienen alrededor de un tercio de los ingresos de la empresa, aunque desde el buscador no se brinda información sobre esto. Tampoco queda en claro la importancia económica de la búsqueda en Google Shopping.

Más peso podrían tener las investigaciones contra el sistema operativo Android. En este caso, la Comisión tiene en la mira un punto central del modelo de negocios: los fabricantes de aparatos con Android sólo pueden comprar los servicios de Google como Gmail, Playstore y Maps en paquete. Si bien Android en sí es gratuito, se necesita para usarlo una licencia de Google.