Jägerbomb, la mezcla que arrasa en los botellones

a. l. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

GUSTAVO RIVAS

Los adolescentes gallegos consumen un combinado de licor alemán y bebida energética

10 nov 2016 . Actualizado a las 14:40 h.

Emborracharse lo antes posible y gastando poco dinero. Eso es lo que buscan miles de jóvenes que todos los fines de semana abarrotan plazas y jardines de Galicia para participar en botellones. Los combinados de bebidas alcohólicas o licores con refrescos siguen triunfando entre los adolescentes y menores de edad, que suelen ingerirlas demasiado deprisa sin ser conscientes de que a los pocos minutos los efectos en su organismo serán muy graves, provocando muchas veces intoxicaciones o incluso comas etílicos, como el que el pasado día 1 acabó con la vida de una niña de 12 años en Madrid.

En la actualidad, el Jägerbomb se ha convertido en la bebida reina de los botellones gallegos. Se trata de un combinado del licor alemán Jägermeister -con una graduación alcohólica del 35 % y que contiene 51 hierbas- y de Red Bull, cuyos packs de dos botellas pueden conseguirse por apenas 14 euros y dan para muchas rondas. La popularidad de este brebaje es tal que incluso hay tutoriales en Internet sobre su preparación. Jóvenes vierten en un vaso grande medio dedo de la bebida energética y a continuación dejan caer dentro un chupito de Jägermeister frío y lo beben todo de golpe. Es un acamino rápido hacia la borrachera. No solo se consume en la calle, también tiene éxito en bares y pubs, donde el chupito se vende por 3 o 4 euros, y la copa a 8, según informan de la delegación de A Coruña. En esta ciudad además se ha puesto de moda el nuevo Thunder Bitch, que es la fusión de canela, chili y whisky canadiense (con un 30 % de alcohol).

En la zona de A Mariña y Lugo también está muy extendido el consumo de Jägerbomb entre los adolescentes y menores que participan en botellones, pero además ingieren chupitos de otras bebidas, especialmente de tequila. No faltan otros combinados clásicos, como el ron y el whisky con cola, o el vodka y ginebra con refrescos, aprovechando muchas veces los paquetes de oferta que ofrecen muchos supermercados, así como el precio más bajo de algunas marcas blancas, con botellas de ginebra que se adquieren por poco más de 3 euros, y botellas de ron compradas por 6.

Los jóvenes que disponen de menos recurso recurren a la opción del calimocho (vino con cola) o el combinado de vino de cartón con zumo, unas mezclas para las que suelen poner 2 euros por cabeza, según informan desde la delegación de Ourense, donde apuntan que la tarifa suele subir a los 5 euros cuando se opta por botellones de bebidas con más graduación. Además son pocos los que eligen la cerveza, una alternativa que se suele reservar para consumir en los bares y pubs, por ser más asequible para los bolsillos de los jóvenes.

Conseguir estos productos no es un problema para los menores. El subdirector xeral de Programas de Fomento de Estilos de Vida Saudables, Jorge Suances, reconoce que la Xunta está muy preocupada por el abusivo consumo de bebidas entre los jóvenes, «para quienes es muy accesible el alcohol», porque lp consiguen a través de un mayor de edad. En declaraciones a Europa Press, admite que es un tema «difícil de controlar», por lo que apela de nuevo a la concienciación, y aboga por «conseguir retrasar la edad de inicio a los 18-19 años», en lugar de los 14 de media actuales.

Esta información ha sido elaborada con la colaboración de Tania Taboada, Tamara Rivas, Ruth Novoa y Jose Alonso.