La custodia compartida avanza en la mediación judicial, pero «no es lo mejor en todos los casos»

p. seoane OURENSE / LA VOZ

SOCIEDAD

MIGUEL VILLAR

«Si un niño no puede estar con sus dos padres, que esté con el progenitor que tenga más tiempo para él», señala una experta

11 oct 2016 . Actualizado a las 17:30 h.

La custodia compartida funciona, pero «solo si se dan las circunstancias». La experiencia de la abogada Cristina Nespereira, responsable en gran medida del éxito del servicio de mediación familiar intrajudicial que funciona en Ourense desde el 2011, dice que no en todos los casos es lo mejor. «La máxima que hay en estos casos, no es que sea una cosa nuestra, es velar siempre por el interés del menor. En ese sentido, que esté con sus dos padres es lo mejor, pero, si no puede ser, es mejor que esté con el progenitor que tenga tiempo para él».

En este servicio, que en el año 2015 logró un 90 % de éxito en aquellos casos que les llegaron derivados desde el juzgado de familia, cuando hay niños de por medio en las separaciones han tenido que explicar qué es la custodia compartida y qué significa. «Llega una pareja con voluntad de llegar a un acuerdo amistoso en la separación. Y quieren custodia compartida, porque lo han oído. Luego resulta que uno de los progenitores, por su tipo de trabajo, llega a casa a las diez de la noche y los niños van a estar con alguien que los atienda. No es lo ideal. El otro, claro, dice que no», razona Cristina Nespereira, que considera necesario desmitificar la custodia compartida.

Aun en los casos de parejas que acceden a la mediación, lo cual supone un punto de partida que demuestra voluntad de acuerdo, los intereses de los progenitores son muy diferentes. «Lo que casi siempre quieren es compartir cierta coparentalidad, es decir, un reparto de tiempo equitativo».

En general, cada vez más, las parejas saben de esta posibilidad. «Pero no es algo extendido, ni es algo que todo el mundo plantee. Al final depende de los tipos de familia y de los perfiles particulares, de la estructura, del tipo de trabajo, de los compromisos sociales. Tener una custodia compartida supone corresponsabilidad y no todo el mundo tiene tiempo y posibilidades de atender a los hijos como quisiera».

Esta abogada constata que cada vez hay más solicitudes, porque cada vez más información. «Hasta no hace mucho había la creencia, que estaba muy extendida, de que la guarda y custodia era para la madre. Y ya está. Pero ya no es así. La piden los padres y la piden las madres», advierte. «Quien lo hace es porque la quiere. Ayudamos sobre todo a explicar qué es. Hay muchos desconocimiento. También se creía que el progenitor con la custodia tenía una potestad absoluta sobre los menores, decidía cuándo iba al médico, dónde estudiaba, todo. Cuando le aclaras que en realidad hemos de hablar de coparentalidad, de corresponsabilidad, estar siempre presente en todos los aspectos, es distinto».

Cree la responsable del servicio de mediación en Ourense que no se debe hablar de corresponsabilidad al cincuenta por ciento. «No tiene por qué ser así. Podemos hablar de un reparto de tiempo de 30/70, según las posibilidades de cada uno. Puede hacerse perfectamente sin una custodia compartida, siempre y cuando los dos estén de acuerdo y que exista comunicación».

Sobre el peso de la custodia de los niños a la hora de discutir los términos de una separación, la experiencia dice a Cristina Nespereira que «hay progenitores que quieren estar más tiempo con sus hijos y pelean por ello, no quieren ser padres visitadores y quieren ejercer la patria potestad en todos los aspectos».

A este servicio van por propia voluntad, pero hay quienes expresan abiertamente sus intereses y quienes no lo hacen. «Hay casos en los que ves que lo que quiere alguna de las partes es pagar lo menos posible. No obstante, la medida que más se suele discutir es la guarda y custodia, el tiempo de estancia y, no menos importante, la comunicación cuando está con el otro. Diría que en los casos en los que fracasa la mediación, donde menos flexibilidad hay es en los asuntos económicos y lo que tiene que ver con los menores», concluye.