María Pérez: «Me encantaría que se llevase bien con su padre»

Ana Lorenzo Fernández
Ana Lorenzo REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

cedida

El matrimonio de María Pérez, que tiene la guardia y custodia de su hijo, se rompió por donde más duele, y el menor fue el gran perjudicado

10 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre el noviazgo y el matrimonio, María Pérez [nombre ficticio] estuvo doce años con su pareja, con la que se fue a vivir a Madrid y tuvo a su hijo. Sin embargo, las cosas no funcionaron y todo acabó rompiéndose con una orden de alejamiento de por medio. Ella regresó con el pequeño a Vigo y se puso a trabajar sin descanso para poder mantenerlo, ya que aunque en un principio el padre le pasaba una pensión, ahora ha dejado de hacerlo.

-¿Cómo fue la separación?

-En marzo hará tres años, y fue bastante mal, con una orden de alejamiento de por medio. Él quería la custodia del niño, pero al final salió el juicio en julio y el juez me dio la guardia y potestad. Desde entonces llevamos sin pensión. Desde que me separé me he hecho cargo al cien por cien de mi hijo.

-¿Cómo se arregla para mantenerlo?

-Pues tengo mi trabajo fijo, y luego hago horas extras limpiando. A veces trabajo 14 y 16 horas al día, porque los fines de semana los reservo solo para él.

-¿Cómo lo ha llevado el niño?

-Pues muy mal, porque no quiere ver a su padre, no quiere ni hablar de él. Yo siempre he querido que tuviera relación con él, porque es su padre, y tenía en casa fotos de él y le hablaba de él para que no lo olvidara. Pero cada vez el niño estaba peor, tenía pesadillas y el psicólogo que lo trata me dijo que dejara de hacer eso, que no hablara del padre, que solo lo hiciera si el niño me preguntaba. Así lo hicimos y ahora está mejor. Lo malo es que hace quince días hablamos de establecer el punto de encuentro y el niño ya vuelve a estar mal, pero es lo que toca.

-¿Qué medidas estableció el juez?

-Tiene que empezar a verlo cada quince días, y a ver cómo evoluciona. Yo espero que bien. Para bien o para mal es su padre y tendrá que verlo y tendrá que tener una relación con él. Ese derecho y esa imagen paterna no se puede borrar ni hacerla desaparecer, porque es su padre.

-¿Desde que se separó no volvió a tener contacto con el padre?

-No, porque había una orden de alejamiento, pero yo decidí por mi cuenta que llamara a su padre para que no perdiera el vínculo con él. Lo que pasa es que al final el padre lo acababa interrogando y el niño se ponía peor. Yo siempre he querido que mantuviera el contacto con su padre, pero fue imposible. De verdad que me encantaría que se llevase bien con su padre, porque veo a otros padres que se llevan fenomenal, y él no se da cuenta de que todo lo que hace en contra de mí repercute en el niño, y quien lo pasa mal es el niño.