El Gobierno aprueba una reválida de sexto sin efectos académicos

s. c. REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

OSCAR CELA

El Consejo de Ministros dio luz verde al examen de al menos cuatro materias

21 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«El resultado de la evaluación final no condicionará el paso del alumno a la educación secundaria obligatoria». Así de claro fue el Consejo de Ministros ayer, cuando dio luz verde a propuesta de Íñigo Méndez de Vigo de la conocida como reválida de sexto. El matiz que incorpora el real decreto es importante, porque cuando se aprobó la Lomce el anterior ministro, José Ignacio Wert, reconocía que en caso de suspender el examen serían los profesores, en combinación con los padres, los que decidiesen si el alumno repetía sexto o pasaba a la ESO. En cambio, según consta en el decreto, y al igual de lo ocurrido con la prueba final de 3.º de la ESO, no tendrá consecuencias académicas.

El examen que realizarán la próxima primavera los 481.375 alumnos que hoy cursan 6.º de primaria en España evaluará las competencias de estos niños en al menos cuatro materias: Lengua, Matemáticas, Ciencia y Tecnología; en el caso de las comunidades como Galicia, con idioma propio, hay que sumar también esa asignatura. El objetivo, dice el documento de Educación, es «diagnosticar dificultades de aprendizaje en las competencias lingüística, matemática y en ciencia y tecnología, facilitar la transición entre las etapas de educación primaria y ESO y orientar e informar sobre necesidades de intervención, mejora o adaptación curricular». Para ajustar al máximo la evaluación, los alumnos tendrán nota en cada una de las materias: insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente. Hay que recordar que en la evaluación de 3.º de primaria las notas se limitaban a tres niveles: insuficiente, medio y alto.

En lo que sí son iguales ambas pruebas es que, en caso desacuerdo, los padres pueden solicitar la revisión de los resultados.

De la FP básica al título de ESO

Por otra parte, el Consejo de Ministros también aprobó ayer que la reválida de la ESO, que comenzará dentro de dos cursos -en el 2017/18- estará abierta a los titulados en FP básica que lo deseen y que hayan terminado esta formación en los próximos cursos; si pasan el examen, podrían tener el título de la ESO.

La FP básica es un ciclo de dos años pensado para los alumnos que no terminan la secundaria. Más flexible que los PCPI (Programa de Cualificación Profesional Inicial) a los que sustituyó, la FP básica permite que el alumno reenganche sus estudios si después aprueba la reválida de ESO.

Cuatro pruebas, pero las dos excluyentes no se aplican este curso

La Lomce incluye la realización de cuatro pruebas diagnósticas entre el alumnado, exámenes que son personalizados -no como las de anteriores leyes, exceptuando la selectividad- y que la comunidad educativa ha denominado reválidas desde el primer día. Las que se hacen en primaria no tienen ahora carácter selectivo -sí lo eran en mayor o menos medida al principio- y las excluyentes, las de secundaria obligatoria y posobligatoria, aún no se aplican:

Tercero de primaria. El curso pasado se hizo por primera vez (en Galicia, a 22.000 alumnos). No consta que la consellería acometiese cambios a partir de los informes obtenidos.

Sexto de primaria. Es la que acaba de aprobar el Consejo de Ministros y como ocurrió con la de tercero después de las protestas de la comunidad educativa, no tiene carácter selectivo.

Finalización de la ESO. Comenzará a aplicarse en el curso 2017/18. Es obligatorio aprobarla para pasar a bachiller y/o FP de grado medio y para obtener el título de la ESO. Incluirá asignaturas optativas.

Finalización del bachiller. Sustituye a la selectividad. El primer año de su aplicación servirá para entrar en la universidad y desde el curso siguiente será necesaria para obtener el título de bachiller.