El mejor innovador joven es gallego

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

Héctor Gómez crea en A Coruña un modelo computacional para predecir la evolución del cáncer

23 sep 2014 . Actualizado a las 13:44 h.

Héctor Gómez (Monforte, 1980) aún no ha cumplido los 34 años y cuenta con un currículo que apabulla. Especialmente meritorio si se tiene en cuenta que ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Galicia. Profesor de Cálculo Numérico en la Escuela de Ingeniería de Caminos de la Universidade da Coruña, hace dos años se convirtió en el primer investigador de esta institución -y hasta ahora el único que sigue trabajando en ella- en lograr una prestigiosa ayuda Starting Grant del Consejo Europeo de Investigación, con una financiación de 1,5 millones de euros, y el pasado año fue elegido el mejor investigador joven de España en métodos numéricos. Ahora acaba de ser distinguido como el mejor innovador menor de 35 años por la delegación española de la publicación que edita el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), el auténtico referente mundial en investigación tecnológica.

«Se puede decir que he caído en gracia», bromea Gómez ante un cúmulo de reconocimientos que, a su juicio, vienen a confirmar que en Galicia también es posible realizar una investigación de primer nivel. «No digo -matiza- que no haya que esforzarse más que en otros lados, pero esto no significa que no se pueda hacer».

¿Su innovación? Crear un método computacional capaz de predecir cómo evolucionará el cáncer de próstata en cada paciente, precisamente el trabajo que le financia la Unión Europea durante cinco años. No es algo menor, ya que saber de antemano cómo será la evolución de la patología en cada caso es vital, porque un diagnóstico certero salvaría millones de vidas y generaría importantes ahorros en los sistemas de salud de todo el mundo. De momento, Héctor Gómez y su equipo han validado su metodología en tumores in vitro en laboratorio y su comportamiento coincidía con el predicho en los cálculos.

Es un primer paso, aunque determinar el proceso en un ser vivo es mucho más complejo. El modelo se está probando ahora con datos de pacientes diagnosticados de próstata del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña y de la Asociación Radiológica de Austin (EE.UU.). «El proyecto va muy bien -explica el investigador-, pero aún queda un trabajo muy importante para que esta tecnología predictiva pueda llevarse a la clínica y aplicarse en pacientes de forma rutinaria».

Fallos de diagnóstico

En la actualidad, cuando se diagnostica un cáncer de próstata o bien se trata al paciente con una terapia muy agresiva, que incluye la extirpación del órgano y una radioterapia intensa, o se le mantiene en un régimen de vigilancia intensiva sin ningún tipo de tratamiento, porque se considera que la vida del enfermo no corre riesgo. Suele ocurrir, sin embargo, que estas dos estrategias fallan mucho más de lo deseable, con el resultado de que se interviene a personas que realmente no lo necesitan y no se actúa con aquellos que sí lo precisan.

«En Estados Unidos, más de 100.000 hombres son sobretratados cada año y, al mismo tiempo, el 30 % de los pacientes a los que se le recomienda no someterse a la terapia acaban recibiendo una muy agresiva», subraya el profesor de ingeniería.

Por esta razón, y no por otra, predecir el comportamiento del tumor se antoja fundamental. Y aquí es donde entran en juego las ecuaciones matemáticas, que permiten establecer un modelo computacional de la evolución de la enfermedad a partir de los datos obtenidos de las resonancias magnéticas que se realizan a los pacientes, una tecnología de imagen cada vez más precisa que deja al descubierto las células malignas y que está revolucionando los diagnósticos. «Que se pueda predecir la evolución de un tumor con ecuaciones no debe resultar extraño, porque también se hace lo mismo para predecir el tiempo que va a hacer mañana y a nadie le sorprende», explica Gómez.

El modelo se está probando con pacientes de Austin (EE.UU.) y A Coruña