La falta de fondos frustra la suelta de caballitos de mar a las rías

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

CSIC

Los ejemplares logrados en cautividad iban a reforzar las poblaciones salvajes

24 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El reto científico no solo se ha conseguido, sino que el éxito ha sido mayor que el esperado. Los científicos del Instituto de Investigacións Mariñas de Vigo (CSIC) han logrado la cría en cautividad, con un porcentaje de supervivencia superior al 90 %, del caballito de mar narizón (Hippocampus guttulatus), la especie más común en Galicia, pero cuya población está en declive y que ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. Incluso se han obtenido hasta tres generaciones de hipocampos reproducidas en cautividad, con lo que el ciclo se ha cerrado por completo.

Sin embargo, este éxito científico no garantiza aún el verdadero objetivo de un proyecto iniciado en el 2006: garantizar la viabilidad de la especie en las rías gallegas y reforzar las poblaciones en aquellos lugares en los que se encuentren en retroceso. La falta de fondos para reintroducir con garantías los caballitos en su medio natural lo impide.

«No hemos cumplido el objetivo, que no es otro que trasladar al mar el éxito que tuvimos en laboratorio, liberar al mar nuestras poblaciones de juveniles. Esta es la prioridad, pero el problema que tenemos es que es muy costoso», explica Miquel Planas, el responsable principal del proyecto. Mientras tanto, los investigadores no saben qué hacer con el stock acumulado en las piscinas del instituto de entre 500 y 600 ejemplares de cuatro especies diferentes, entre ellas una brasileña (H. Reidi) y otra australiana (H. Abdominalis), con las que también ha funcionado la técnica de reproducción en cautividad desarrollada en el IIM.

Pruebas genéticas

Liberar una especie al mar no es tan simple como parece: es necesario tener las garantías suficientes de que se pueden adaptar al medio. Para ello es necesario analizar genéticamente tanto los ejemplares en cautividad como los de las poblaciones salvajes para comprobar que exista compatibilidad, porque aún tratándose de la misma especie pueden existir diferencias. También se requiere un estudio detallado del medio para analizar los posibles impactos que comprometan la viabilidad de los hipocampos y marcar a los liberados con transmisores para realizar un seguimiento, lo que también permite conocer mejor su biología y fisiología.

Los investigadores con sede en Vigo solicitaron para ello un proyecto Life de la Unión Europea, pero les fue denegado. No por su calidad científica, sino porque no se ofrecía una garantía de futuro para el mantenimiento de la especie con medidas de protección adecuadas. Haría falta un compromiso político, en este caso de la Xunta, para la preservación de las zonas donde se liberen ejemplares. «Sería necesario crear reservas de caballitos», apunta Planas. Tanto la Xunta como el Ministerio de Medio Ambiente apoyaron en una carta el proyecto de los biólogos, pero para lograr fondos europeos es preciso un mayor respaldo institucional.