El próximo martes 29 de abril, el sol se convertirá en un anillo de fuego
25 abr 2014 . Actualizado a las 18:01 h.El eclipse solar anular del 29 de abril no solo convertirá al sol en un anillo de fuego sino que solo podrá ser observado plenamente por los pingüinos.
¿Las causas? El único lugar en el mundo donde será visible el eclipse de sol en todo su esplendor será una pequeña zona en la Antártida, habitada principalmente por pingüinos y otros animales polares. A pesar de ello, las fases parciales del eclipse serán visibles en Australia.
La mejor vista para los humanos será en Tasmania. Allí, el eclipse solar anular se iniciará a las 15:51 hora local (6 de la mañana hora peninsular), mientras que el máximo del fenómeno será a las 17 horas (8 hora peninsular). Cuanto más al norte avance el eclipse por Australia, la luna cubrirá menos el sol.
El eclipse de sol, en esta ocasión, será de tipo anular, por lo que la luna convertirá al sol en un anillo de fuego. Esto ocurre porque el diámetro del satélite es menor que el solar, de forma que en la fase máxima permanece un anillo del disco del astro. El efecto resultante será un anillo de fuego alrededor de la silueta de la luna.
Asimismo, el eclipse solar anular, el número 21 de los 75 eclipses del ciclo Saros 148, tendrá la particularidad de no ser central. Es decir, el cono de sombra de la luna roza la superficie de la Tierra, pero el eje no pasa por ella. Este fenómeno solo se dan en los extremos terrestres, es decir, la Antártida y el Ártico, y son complicados de observar por la zona en la que se producen y por las incertidumbres al darse tan cerca del horizonte. Por este motivo, los científicos consideran indeterminada la duración exacta del eclipse, aunque calculan que el fenómeno durará algo más de 4 horas.
Eclipses solares en España
En España habrá que esperar casi un año, al 20 de marzo del 2015, para poder ver un eclipse solar. En esta ocasión, será de tipo total y, si las condiciones meteorológicas lo permiten, visible en todo el territorio. La oscuridad llegará a la Península y Canarias desde las 8 hasta las 11 horas. Tras su paso por España, la sombra de la luna se alejará de la superficie de la Tierra por la zona polar. La particularidad en esta ocasión será que se producirá exactamente en el día del equinoccio de primavera.
La última ocasión que España pudo presenciar un eclipse de sol fue el 29 de marzo del 2006. Aunque era total, desde la Península se observó como parcial teniendo los gallegos la menor visibilidad.
La primera luna de sangre y Marte
El último eclipse que se vio en España, aunque no de forma completa, fue el total de luna del pasado 15 de abril. La primera luna roja, que abrió el período de las «cuatro lunas de sangre», solo fue visible en Canarias, aunque eso no fue motivo para evitar que surgieran todo tipo de teorías y profecías del fin del mundo. Un predicador estadounidense inclusó aseguró que esta tétrada está relacionada con el apocalipsis ya que Dios está tratando de comunicarse con los humanos a través de estos signos celestiales. Habrá que esperar hasta el próximo 8 de octubre para ver la siguiente luna roja.
Y es que esta primavera esta siendo una intensa actividad astronómica. El mismo día del eclipse lunar total, Marte estuvo muy cerca de la Tierra. El planeta rojo se sitúo a 92,4 millones de kilómetros y pareció una estrella deslumbrante con un tinte de color de fuego.
Además, esta misma semana la lluvia de meteoros conocida como las Líridas (asociada al cometa de Thatcher) que permitió observar entre 10 y 15 meteoros en una hora.
Intensa actividad astronómica en mayo
Pero no será solo abril. En mayo, el día 5, tendrá lugar el máximo de la lluvia de Eta Acuáridas, las estrellas fugaces generadas por el famoso cometa Halley. En el pico de actividad de este episodio se podrán ver una docena de meteoros por hora.
Además, el 24 se espera que el cielo sea atravesado por un gran número de senderos polvorientos dejados en el espacio por el cometa P/209 LINEAL. Se trata de una interacción cósmica inusual y que, según los expertos, podría dar lugar a una increíble, aunque breve exhibición de meteoritos.