Seymour Hoffman testó que sus hijos viviesen lejos de Hollywood

nacho blanco REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Los niños heredarán solo si están en Nueva York, Chicago o San Francisco

21 feb 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

No es una herencia envenenada pero las últimas voluntades del actor Seymour Hoffman, fallecido el pasado 2 de febrero, parecen sacadas de su mundo, el de las películas.

Hoffman introdujo en su testamento, redactado en el 2004, una cláusula en la que determina su preferencia por que su descendencia se aleje del mundo de Hollywood. El actor deseaba que su hijo estuviera siempre rodeado de cultura. De ahí que haya aconsejado a Cooper -su único hijo en las fechas en las que redactó el documento- residiera preferentemente en Nueva York o bien en Chicago o San Francisco, ciudades que Hoffman consideraba llenas de vida y arte e ideales para la formación de sus hijos como personas.

También señaló en dicho documento, que fue presentado en un tribunal de Manhattan ayer, que, de vivir en alguna de estas urbes, su descendencia debería visitar al menos dos veces al año las otras dos poblaciones con fines culturales. Nada habla de Los Ángeles ni de la vecina Hollywood.

Seymour Hoffman dejó una herencia estimada en 20 millones de euros a su compañera Mimi O?Donell y a sus tres hijos. Mimi será la encargada de administrarlos hasta que los pequeños cumplan los 25 años, edad en la que recibirán la mitad de los fondos y, la otra mitad, a los 30 años. Mimi O?Donell, diseñadora de moda que comenzó a salir con Hoffman en 1999, es madre de Cooper, Tallulah y Willa. El consumo de drogas parece haber sido el detonante de la separación.

Aunque el testamento de Hoffman incluye únicamente a su primer hijo, la validez legal se extiende a los otros dos. Mimi O?Donell vive en Nueva York, por lo que es probable que siguiendo las voluntades de Hoffman no cambie de domicilio. Lo que sí que tendrán que hacer los tres hermanos, al menos dos veces al año, es ir de turismo cultural a San Francisco y Chicago. Los que conocían a Hoffman decían que amaba la música y el arte. Y quería que los hijos heredaran este sentimiento.

Otras herencias

Lo normal es que en las herencias de los famosos a sus hijos se contemple la mayoría de edad como único argumento para la recepción. La cantante Rocío Jurado dejó a sus dos hijos adoptados junto a Ortega Cano un millón de euros a cada uno, que Gloria Camila recibirá hoy mismo. Por su parte, el actor James Gandolfini testó que su hijo, a los 21 años, accediera a la herencia, pero la hija tendría que esperar hasta los 25, decisión chocante. El actor Paul Walker legó a su hija su fortuna, poro cuando alcance los 18 años y, hasta entonces (tiene 15) el dinero lo administrará la abuela, pues en el momento de su muerte estaba separado de su madre.