Entre 2.000 y 4.000 mujeres son víctimas de trata en Galicia

Sara Carreira Piñeiro
sara carreira REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La práctica totalidad ejerce la prostitución, en clubes, pisos y calles. Las mafias traen ahora sobre todo a jóvenes de Paraguay y Nigeria

24 feb 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Ya que parece imposible un acuerdo para que desaparezca la prostitución -abolicionistas y reglamentaristas ni siquiera acercan posturas- los Gobiernos europeos han decidido centrar sus esfuerzos en lo que todos asumen que es un delito: la trata de personas con fines de explotación sexual. En España, la portavoz de Igualdad del PP en el Congreso es la gallega Marta González, quien está luchando por hacer visible un problema que afecta a toda la sociedad. Ella apunta que en Galicia tiene un comercio muy importante de mujeres, con muchas llegadas de Latinoamérica, Europa del Este , África y hasta China -para atender a la clientela de ese país-. A lo largo de los años, aparecieron primero mujeres dominicanas y colombianas, que dejaron paso a las brasileñas; estas ahora se están retirando, volviendo a su país, donde tienen más oportunidades de trabajo (ellas y sus parejas españolas) que aquí; y ahora las mujeres llegan de Paraguay, Nigeria, Rumanía y Bulgaria.

Los datos de la UE son preocupantemente escasos. Por ejemplo, en el 2011 se identificaron 7.300 víctimas de trata en Europa, de las que 1.082 estaban en España y unas 100 en Galicia. La realidad es otra, ya que según la Guardia Civil, que solo actúa en los clubes rurales, no en las ciudades, en el 2008 había en la comunidad 148 establecimientos con 1.200 plazas. Los investigadores europeos saben que sus cifras no son fiables: por cada mujer identificada se calcula que hay 20 en la sombra, es decir, unas 2.000 en Galicia. Otros cálculos indican que son 8.000 las mujeres que ejercen la prostitución en la comunidad -prácticamente todas extranjeras y víctimas de trata-, aunque la cifra más exacta parece estar a medio camino: «Contan as mulleres as distintas oengués -dice Carmen Lago, presidenta de una de ellas, Faraxa, en Vigo- pero hai moitas mulleres repetidas, que van dun club a outro, polo que é probable que a cifra de prostituídas en Galicia sexa de 4.000 ou 5.000 mulleres».

Lourdes Pazo, educadora de la asociación Vagalume, reconoce que algunas llegan a España sabiendo que van a ejercer la prostitución, pero piensan que será en otras condiciones: «En Latinoamérica suele ejercer de gancho una pariente, una amiga... alguien de la misma zona. Llega allí vestida con todo tipo de lujos y les explica a las demás que aquí se vive de maravilla, que pueden elegir al cliente, que ganan un dineral y que están solo el tiempo que quieren». Nada de eso es ni remotamente cierto, claro.