«El mensaje de Dios cabe en un tuit», dice el secretario de la Conferencia Episcopal

Efe

SOCIEDAD

Martínez Camino cree que el Twitter dará «muchísimo juego» a Benedicto XVI, que mañana escribirá sus primeras palabras en la red social

11 dic 2012 . Actualizado a las 17:57 h.

El secretario general de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Juan Antonio Martínez Camino, ha señalado hoy que el mensaje bíblico se puede resumir en una sola palabra, Jesucristo, y ha añadido, en ese sentido, que los 140 caracteres de Twitter «pueden dar muchísimo juego».

En referencia a la publicación del primer tuit del papa Benedicto XVI, que se espera para mañana a las 12:00 horas, el portavoz de la CEE ha subrayado que el mensaje de la Iglesia se puede resumir en tres palabras, «Dios es amor», e incluso en sólo una, «Jesucristo».

«Con 140 caracteres se pueden hacer muchísimas variables, da muchísimo juego», ha afirmado Martínez Camino, quien ha añadido que «la brevedad no es enemiga de la claridad ni del impacto» y ha recurrido al refranero para insistir en que «lo bueno, si breve, dos veces bueno».

Sobre el contenido del mensaje del papa que se espera para mañana, el portavoz de la CEE ha asegurado: «Yo no soy profeta ni hijo de profeta, y no sé lo que va a decir mañana el papa en Twitter, habrá que esperar a verlo, no tengo ninguna información».

A preguntas de los periodistas, Martínez Camino se ha referido al libro de Benedicto XVI «La infancia de Jesús» en el que se apunta que los Reyes Magos podrían ser andaluces, en concreto de la antigua Tartessos.

«El papa explica muy claramente lo que significan esos tres personajes misteriosos guiados por la luz. Es la humanidad que, de todos los países de la tierra y de todas las razas del mundo, desea la salvación de Dios», ha explicado.

En cuanto a la presencia del buey y la mula en los belenes, el portavoz de la CEE se ha mostrado extrañado porque «haya periodistas que se asombren de que en la Biblia no está el buey y la mula», algo que -ha apuntado- «hace 2.000 años que sabemos».

«Es una tradición preciosa que el papa, de forma expresa en el libro, dice que se debe seguir manteniendo», ha añadido