El robot Curiosity aterriza con éxito en Marte

David Valera COLPISA

SOCIEDAD

REUTERS

La misión, de dos años, buscará pruebas de vida en el planeta rojo

06 ago 2012 . Actualizado a las 17:36 h.

El Curiosity ya está en Marte. «Estoy entero y a salvo en la superficie de Marte». Este fue el mensaje enviado por el Curiosity a la NASA este lunes para confirmar que la misión más compleja y ambiciosa de la historia enviada al planeta rojo había culminado con éxito su aterrizaje. Los abrazos y vítores en la sala de seguimiento de la agencia espacial estadounidense no se hicieron esperar. «No me lo puedo creer. Es increíble», dijo el número dos del equipo de descenso del Curiosity, Allen Chen. Y es que tras ocho meses de viaje espacial la sonda realizó «con absoluta precisión la maniobra más difícil: posarse en el suelo del cráter Gale. Ahora, el rover tiene por delante dos años de trabajo para buscar indicios de vida presente o pasada en Marte.

Hacía bastante tiempo que una misión de la NASA no levantaba tanta expectación. Quizás fuesen los 2.500 millones de dólares invertidos en el MSL (Mars Science Laboraty), nombre oficial de la misión. O la atracción que siempre ha despertado Marte desde tiempos inmemoriales. Sea como sea, el impresionante reto científico de colocar sobre la superficie del planeta rojo el mayor ingenio de toda la historia merece tal atención.

Y es que con una longitud de tres metros, una altura de 2,2 metros y 75 kilos de instrumentos científicos, el Curiosity es el vehículo robótico más complejo que ha tocado la superficie marciana, en el que además, ha participado España.

La sonda Curiosity comenzó su viaje el 26 de noviembre desde la base de la NASA en Cabo Cañaveral. Despegó con éxito y, tras recorrer 567 millones de kilómetros en ocho meses, los 700 científicos e ingenieros que han participado en esta misión contuvieron la respiración. Comenzaba la operación de descenso, el momento más delicado, donde un pequeño fallo podía provocar que el explorador acabase estampado contra el suelo.

Tras separarse de la etapa de crucero, la cápsula entró en la atmósfera de Marte e inició las operaciones para frenar su velocidad desde los más de 2.500 kilómetros por hora hasta desacelerar y tocar el suelo marciano con suavidad. Con la apertura del paracaídas a una altura de 11,5 kilómetros de la superficie comenzaron los siete minutos de terror, tiempo en el que las comunicaciones se interrumpieron. Fue el momento más tenso.

En la sala de operaciones de la NASA no dejaban de mirar los monitores que confirmaran el éxito del aterrizaje. Por fin, a las 7.32 horas, llegó el mensaje que todos esperaban: «Llegada confirmada». El júbilo se apoderó de la sala de control del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA.

El Curiosity se posó como estaba previsto en el cráter Gale, donde trabajará los próximos dos años buscando restos de vida presente o pasada. Las felicitaciones por el éxito del amartizaje llegaron desde la Casa Blanca, donde el presidente Barack Obama calificó la operación como «hazaña tecnológica sin precedentes». «El exitoso descenso de Curiosity constituye una hazaña tecnológica sin precedentes que permanecerá en el futuro como un momento de orgullo nacional» para Estados Unidos, dijo el mandatario a través de un comunicado.