Dos barcos llegaron al lugar del hundimiento, donde celebraron misas y guardaron un minuto de silencio
16 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.El lugar del hundimiento del Titanic se convirtió en la madrugada del domingo en lugar de culto para los numerosos descendientes de las víctimas que llegaron al lugar a bordo de dos cruceros-homenaje, el Balmoral y el Azamara Journey. Allí se celebraron misas en memoria de los difuntos y se guardó un sobrecogedor minuto de silencio en plena noche. Tres ramos de flores bendecidos por un sacerdote fueron lanzados al océano cuando se cumplía exactamente el centenario del hundimiento. Un siglo después, el Titanic vuelve a descansar en paz.
A bordo, la orquesta, fiel a la historia, no dejó de tocar ni un instante, mientras los radiotelegrafistas volvieron a enviar los inútiles mensajes de socorro que sirvieron solo para dejar constancia de la agonía de pasajeros y tripulantes.
También en tierra se conmemoró el drama, con la inauguración -recoge AFP- de un monumento en Belfast, donde fue construido el buque, y una emotiva ceremonia en Halifax (Canadá), donde reposan las víctimas de la tragedia, muchas de las cuales fueron recogidas por vecinos de esa localidad.