Tiger Woods ha dejado la clínica en la que estaba internado para tratar su adicción al sexo y luchará por reconstruir su matrimonio con Elin Nordegren, según informó ayer el diario británico The Sun, que adelantó los planes del mejor golfista del mundo para volver a los campos a finales de marzo en el torneo de Orlando. Woods, quien estuvo internado seis semanas en una clínica de Misisipi, solo reconoció tres de las más de 12 relaciones extramaritales que se le imputan; sin embargo, su esposa decidió creerlo a pesar de que sabe que está mintiendo.
«Él contó una historia creíble, porque sabía que toda la verdad haría que fuera imposible salvar su matrimonio», reveló al rotativo una fuente cercana a la pareja. «Ella sabe que está mintiendo, pero lo acepta porque no quiere escuchar nada más del asunto», añadió.
La propia ex modelo sueca recogió a Woods de la clínica y lo llevó a ver a sus hijos Sam y Charlie en Florida: «Tiger pasó el fin de semana con ellos y después espera poder pasear solo con Elin (Nordegren) en su yate privado de 14 millones de dólares para tratar de reavivar su amor», indicó la fuente.
Asimismo, aseguró que Nordegren aceptó participar en algunas sesiones de rehabilitación con Woods mientras estuvo en la clínica y ahora planea darle otra oportunidad para salvar su matrimonio.
Número uno
«Tiger todavía tiene mucho trabajo por hacer para salvar su relación -dijo un amigo de la pareja a The Sun-, creo que tiene una ligera oportunidad». La vida del mejor golfista del mundo parece retornar, poco a poco, a la normalidad, por lo que su regreso a los campos parece inminente, aunque tendrá que luchar para limpiar su imagen, destruida por sus escándalos extramaritales, que le costaron perder a varios patrocinadores. Aun así, Woods volvería como el número uno del ránking.