Dolor y disgusto en la caseta de Sar

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Los jugadores del Obradoiro no ponen excusas y reconocen cierta ansiedad

29 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Esta temporada, la ACB ha abierto las puertas de los vestuarios a la prensa, a la conclusión de los partidos. El del Obradoiro, el domingo después de la derrota ante el Valencia, era la imagen y el sonido del dolor, una suma de miradas y discursos tristes de un grupo afligido por la mala racha de resultados y, en mayor medida, por no brindar alegrías a una afición que también lo está pasando mal. Pero no un grupo rendido.

Lo que no se oyeron fueron excusas. Y sí ganas de revertir la situación, aun reconociendo que el grupo no está encontrando la llave para operar ese cambio.

Adam Waczynski

Waczynski apunta a un cúmulo de factores: «No estamos teniendo suerte, a veces es la concentración, no están entrando triples que son tiros fáciles...». En su caso apunta que la espalda está ya bien, en buenas condiciones. Y valora especialmente el cariño de la gente ahora que las cosas no le están saliendo: «Solo puedo decirle a esta afición mi agradecimiento por el apoyo. Trabajamos duro cada semana, queremos ganar, sobre todo por ellos. Sentimos esta racha de resultados. Pero estoy convencido de que las cosas mejorarán».

Juanjo Triguero

El tono de voz de Triguero, quebrado, decía más que cualquier palabra. Pero no era óbice para que analizase la situación: «No puede ser que nos hagan parciales como los que nos están haciendo. Conseguimos volver a estar en el partido en el descanso tras ir 16 abajo. Después nos hacen otro parcial, se vuelven a ir y ya no podemos volver. Es mucho esfuerzo. Hay que conseguir que no nos hagan esos parciales».

¿Cómo? Ahí la respuesta es más complicada: «No creo que sea cuestión de concentración. Si lo supiera, lo arreglaríamos, seguro. Sé que damos lo que tenemos, que estamos al cien por cien, pero las cosas no salen».

Fran Cárdenas

Fran Cárdenas reconoce que «las derrotas pesan un poco en la mochila». «Al final jugamos con un poco de ansiedad -añade-. Un día más, hemos tenido muchos tiros claros que hemos fallado, a diferencia de ellos. En el último cuarto, estando a nueve, hubo cuatro o cinco pérdidas seguidas».

El equipo está recibiendo más puntos, tiene momentos en los que encaja con demasiada facilidad: «Se junta un poco todo. El fallar en ataque nos está pesando y nos pasa factura atrás. Tenemos que cambiar esto cuanto antes. Estamos trabajando muy bien, pero hay que mejorar en los partidos». A título particular, le queda el consuelo del aplauso con que lo recibió la afición: «La gente me quiere. Para mí es un orgullo que se valore el trabajo de los que menos jugamos».

Tyler Haws

Tyler Haws tampoco encuentra una explicación clara a las últimas derrotas, pero proclama su confianza en el grupo: «Más que lo que le pasa al equipo, es lo difícil que se ha puesto la temporada con esta mala racha de resultados. Perder nunca es agradable. Pero este vestuario es fuerte. Seguiremos trabajando duro y luchando en los entrenamientos, seguiremos creyendo en lo que estamos haciendo».

Confía en recuperar la dinámica de las primeras jornadas, cuando el equipo encadenó cinco victorias en ocho partidos. Pero al propio tiempo reconoce que no es fácil «cuando sientes que estás en un pozo». Por eso apela, más que nunca, al colectivo: «Tenemos que estar más unidos que nunca y encontrar la manera de seguir adelante».