Galicia ficha al mejor físico joven europeo de partículas

Raúl Romar García
R.R. Garcia REDACCIÓN / LA VOZ

SANTIAGO

XOÁN A. SOLER

Diego Martínez Santos estrena el programa Oportunius de la Xunta para la captación de talento científico

10 mar 2015 . Actualizado a las 08:56 h.

El físico Diego Martínez Santos lo tuvo claro justo desde el momento en que hace unos meses le confirmaron que había ganado una bolsa del elitista programa Starting Grant del Consejo Europeo de Investigación (ERC): iba a regresar a Galicia. Con la ayuda de 1,5 millones de euros, que se hará efectiva a partir de abril, tenía la posibilidad de crear un equipo de investigación donde quisiese. Y escogió Galicia, pese a que aún está contratado por el instituto holandés Nikhef. Tenía el dinero para cumplir su deseo de trabajar en su tierra, pero tampoco tenía el futuro despejado más allá de los cinco años de duración del programa europeo. Este problema quedó resuelto ayer. El focense Martínez Santos, que en el 2013 fue elegido el mejor físico joven europeo en el área de partículas, es ya el primer investigador en acogerse al plan gallego de captación de talento Oportunius, según anunció ayer la Consellería de Economía e Industria, la impulsora de una iniciativa que, salvando las distancias, pretende emular al programa catalán Icrea o al vasco Ikerbasque.

El acuerdo, a la espera de que se materialice el contrato, fue visibilizado ayer con la reunión mantenida entre el científico y el conselleiro de Economía, Francisco Conde, además de con el rector de la Universidade de Santiago, Juan Viaño. La USC será, precisamente, la institución que acogerá al físico con una vinculación estable que permita su continuidad en Galicia.

«Unha boa oportunidade»

«Eu retorno a Galicia porque conseguín os 1,5 millóns de euros, pero tamén podería pasar que a metade do programa, se aquí non vira posibilidades de futuro, me marchase de novo para outro sitio. Por iso penso que o Oportunius é unha boa oportunidade para que me quede en Galicia, porque se me ofrece unha estabilidade», explica Martínez Santos. El físico también espera que el programa no solo sirva para atraer el talento que está fuera, sino para retener el que ya existe aquí y que podría verse tentado de marchar si consigue una ayuda del programa europeo y, aún así, no tiene garantizada su estabilidad.

«O Oportunius -dijo- parece que é un programa ambicioso e espero que eu non sexa o último que fichen». Será el primero, pero no el último, porque el objetivo de Oportunius es captar a un total de 24 investigadores de referencia de aquí al 2020. Su caladero principal serán los gallegos que logren tanto las bolsas Starting Grant como las Consolidator o Advanced Grant. Estos elitistas programas están dirigidos tanto a científicos jóvenes de primera línea como a los sénior con una muy destacada trayectoria en el contexto internacional. A los seleccionados no solo se les ofrece recursos para investigar, sino también para contratar a personal. Es el caso de Martínez Santos, que formará un equipo propio con tres estudiantes de doctorado y dos posdoctorales, nómina que incluso se podría completar con otra persona.

La Axencia Galega de Innovación, que depende de Economía, aporta al Oportunius una financiación de cuatro millones de euros, con la que también se ayudará a 38 investigadores gallegos a preparar sus propuestas para el programa europeo.

Se le denegaron dos contratos Ramón y Cajal

El físico gallego saltó a los medios en el 2013 cuando el Ministerio de Economía le denegó por primera vez un contrato Ramón y Cajal, la vía española para recuperar talentos españoles en el extranjero, justo el día en que la Sociedad Europea de Física le comunicó su premio como mejor físico de partículas joven de Europa. La noticia, adelantada por La Voz, generó todo tipo de reacciones tanto en España como en el extranjero. En el 2014 se le volvió a denegar por segunda vez.

En noviembre Diego Martínez recibió una carta en la que el presidente del Consejo Europeo de Investigación (ERC), Jean-Pierre Bourguignon, le informaba de la concesión de un proyecto, de cerca de 1,5 millones de euros, lo que le permitirá contratar a investigadores y contar con un laboratorio propio en la Universidade de Santiago.