La guitarra de Pastor Barral

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol MELIDE / LA VOZ

SANTIAGO

Barral también dirigió un grupo folclórico (en la foto) y fundó una rondalla
Barral también dirigió un grupo folclórico (en la foto) y fundó una rondalla

La Coral Polifónica rescata la faceta musical del docente melidense

02 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

A Pastor Barral (Melide, 1907-1974) quisieron conocerlo dos grandes músicos de principios del siglo pasado como fueron el guitarrista Andrés Segovia y el violinista Manuel Quiroga. Fue en Barcelona, en un Congreso Internacional de Tunas. La de la Universidade de Santiago, con Barral como solista principal de guitarra, se alzaba como ganadora del certamen. Después de la actuación, Segovia y Quiroga se acercaron al joven estudiante de Magisterio para felicitarlo y animarle a hacer carrera musical. Sus extraordinarias dotes innatas hacían presagiar un brillante porvenir. Pero no hubo manera. «El o que amaba de verdade era a docencia», explica Ánxela López, presidenta de la Coral Polifónica de Melide.

En la formación vocal rescataron la figura de Barral para reconocerla y divulgarla en su Semana da Música, un evento que anualmente es escaparate de la cultivada riqueza musical de la comarca y que este año celebrará un señalado veinticinco aniversario con veintiún conciertos que se sucederán los días 14, 15, 16, 21, 22 y 23 de este mes. El homenaje «ben merecido que o ten», afirma Ánxela López para explicar que Pastor Barral «dedicou toda a súa vida a Melide, tanto pedagóxica como musicalmente». Su faceta como excelente maestro, que desempeñó durante casi cuatro décadas en su Melide natal, ya le ha sido reconocida. Uno de los tres colegios públicos melidenses lleva su nombre.

Pero como músico, «é unha figura da que aínda había bastante por descubrir», afirma. Y en esa tarea puso todo su empeño la directiva de la Coral Polifónica, que trabaja desde el verano recopilando información, documentos y fotografías para una exposición en la que el público descubrirá «a unha persoa xenerosa que nunca cobrou nada por ensinar», apunta Ánxela López. Como docente, no a pocos melidenses ayudó a preparar el bachiller cuando en la localidad todavía no había instituto para formarse. Y como músico, fue maestro de futuros maestros, como los hermanos del reconocido grupo de gaitas Os Garceiras, a los que supervisaba en el ensayo de piezas con las que ganaban concursos. El maestro Barral también dirigió el primer grupo folclórico de Melide, y fundó la rondalla que amenizaba toda y cuanta velada y acontecimiento se celebraban en la difícil década de los 30. Fue autor de arreglos de obras de grandes músicos como Mozart, Beethoven o Albéniz. Y de sus propias composiciones, como la que le inspiró el nacimiento de su hija Conchita, que cedió la partitura para una exposición, imposible también sin las «xenerosas» aportaciones del archivo familiar de Xosé Domingos Fuciños o de Manolo Segade, memoria viva de aquellos años.

reportaje homenaje en la semana de la música de Melide