«O legado do Tibu» empapa también Santiago

La Voz

SANTIAGO

Muchos estudiantes compostelanos cumplen con el ritual de esta masiva práctica: si estás nominado debes mojarte o, de lo contrario, pagar una mariscada

29 may 2014 . Actualizado a las 23:29 h.

Poco a poco, el ya famoso «legado do Tibu» trasciende fronteras y moja también a las comarcas del interior. Este juego, convertido en viral en Internet, consiste en nominar a alguien que debe mojarse (chapuzón, ducha, manguerazo... siempre con agua fría) o, de lo contrario, pagar una mariscada a quien lo haya nominado. El instigador de esta sencilla práctica, cada vez con más adeptos, es un joven de Camariñas emigrado en Suiza, que, como muchos de sus vecinos, comenzó a seguir un ritual del que desconocían el origen. «En Suiza empezouno a facer todo o mundo pero ninguén sabía de onde viña. Despois xa saiu nos periódicos que era unha campaña para axudar a un rapaz enfermo», explicaba Damián Pereira al compañero de La Voz, Manuel Rey. En realidad, el origen de estos chapuzones procede de un desafío solidario iniciado en Estados Unidos, en Misuri, donde cada persona que se bañaba en agua fría debía donar una cantidad de dinero para apoyar a un bebé enfermo.

Ya en su versión más lúdica - desafiar a los amigos en las redes sociales para que se peguen un chapuzón-, Damián lo propagó hacia Galicia y, sin saberlo, al resto del mundo. Nunca imaginó su masivo final.

El curioso reto, con amplísima repercusión en la propia Costa da Morte, y que, incluso, ha sido asumido por distintos alcaldes (como el de Vimianzo, Fisterra o Muxía), se extiende a velocidad de vértigo por el resto de Galicia. Santiago, con miles de estudiantes necesitados de un entretenimiento lúdico en esta época de exámenes, se convierte también en uno de sus epicentros.

En las últimas horas, por ejemplo, un alumno que estudiaba en la biblioteca Concepción Arenal, de la USC, no dudó en salir casi desnudo de la misma -ante las risas del resto de usuarios- para ir a refrescarse a la fuente del recinto. El estudiante nominado llevaba con él, cómo no, una toalla, para combatir las bajas temperaturas de este frío final de mayo.

También ayer por la tarde hubo quien decidió meterse en alguna de las fuentes de la capital gallega para cumplir con el «legado do Tibu». Cervantes o la fuente que hay en la Alameda, frente al instituto Rosalía de Castro, son solo dos de los escenarios donde los compostelanos han cumplido con el húmedo rito. Una simple búsqueda en Youtube o Twitter lo atestigua.