El periodista Nacho Mirás describe su lucha contra el cáncer

La Voz

SANTIAGO CIUDAD

Desde hace cuatro meses el redactor de La Voz narra en su blog la crónica más descarnada de su vida

17 ene 2014 . Actualizado a las 11:51 h.

«Esta enfermedad se impone a las edades, los sexos, los títulos y las nóminas; y esta vez me ha llamado a mí». El periodista de La Voz de Galicia y profesor de la Universidade de Santiago, Nacho Mirás Fole (@rabudo1 en Twitter), guarda silencio en las páginas del periódico desde que, en el mes de octubre, un duro golpe le obligó a frenar en seco. «Todo arrancó con un ataque epiléptico que, como un caballo de Troya, fue la cortina de humo de una bomba de relojería: un tumor cerebral. La ley de Murphy, ese que legisla que todo lo que puede salir mal saldrá mal, se impuso y el tumor reveló su carga fatal: cáncer», explica con su manera particular de narrar. «Como solo hay tres cosas que se me dan más o menos bien, y que son el bricolaje, tocar la gaita y escribir la vida, a falta de muebles que montar o de romerías que ambientar, arranqué unas memorias sanitarias utilizando como soporte mi blog personal, www.rabudo.com».

Durante los cuatro últimos meses, Mirás Fole ha ido escribiendo en primera persona la crónica más descarnada de su vida, la de un paciente oncológico que, sin perderle el respeto a la enfermedad, está dispuesto a no ponerle el camino fácil armado de ánimo y retranca. Días malos, días buenos, días tristes... «Nadie nos prepara en ninguna escuela para enfrentarnos a semejante guerra -explica-, y por eso cada uno improvisa sobre la marcha. Contar desde mi blog personal lo que vivo y lo que siento me ha servido para poner en orden ideas y para darme cuenta de lo importante que es dolerse acompañado. Por eso, mientras tenga fuerzas, quiero compartir mi experiencia con los lectores de la edición digital de La Voz de Galicia, porque al cáncer no se le gana luchando en solitario». Y concluye la invitación a entrar en un mundo que es el de tantos: «Hoy soy yo; ojalá mañana no seas tú. Tengo un astrocitoma anaplásico en grado III, no es ninguna broma. Me podría morir de eso, pero no entra en mis planes. Si lo que escribo le sirve además de ayuda a otros que están en situaciones semejantes, entonces encontraré algún sentido en todo este horror. Soy yo el que habla, cómo lo vivo y cómo lo siento». En www.rabudo.com se pueden leer los capítulos de esta experiencia de lucha y de vida, que su autor va narrando sin dejar de perder de vista al enemigo.