El puente entre Arzúa y Santiso estará en obras ocho meses

Natalia Rodríguez Noguerol
natalia noguerol MELIDE / LA VOZ

SANTIAGO

NOGUEROL

Los vecinos vigilarán que la actuación no acumule nuevos retrasos

01 dic 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

La ansiada reconstrucción del puente de A Regada -en la carretera que comunica el casco urbano de Arzúa con el núcleo de Visantoña, en el municipio de Santiso- ya está en marcha. Una empresa contratada por Seaga (Empresa Pública de Servizos Agrarios Galegos S.A.) inició hace poco más de diez días los trabajos de demolición de la estructura, cuyos daños ocasionados por un temporal de lluvia y viento hace ya casi un año obligaron a cortar al tráfico rodado el vial, para perjuicio de unos vecinos que manifiestan una satisfacción moderada por el inicio de los trabajos, que se extenderán durante ocho meses, al tiempo que advierten que se mantendrán vigilitantes para que la actuación no acumule más retrasos.

Los afectados todavía tienen muy presente que en verano tuvieron que salir a la calle para exigir celeridad a la Administración. La carretera llevaba medio año cerrada. Y a punto estuvieron de volver a protestar recientemente cuando las obras no daban comienzo pese a existir la disponibilidad presupuestaria ratificada en el convenio que en septiembre firmaron los concellos de Arzúa y de Santiso con la Consellería do Medio Rural. Desde el departamento autonómico, que aporta la mitad de los más de 250.000 euros de inversión, confirman que el plazo previsto para concluir la construcción del nuevo puente a la altura del lugar de A Regada es a mediados de julio del próximo año. Hasta entonces, los vecinos estarán pendientes de que los trabajos avancen a buen ritmo.

«A xente está medianamente contenta, porque empezaron os traballos, pero con moito retraso», comenta un afectado de Visantoña, quien avanza que desde la asociación vecinal de la parroquia «vamos estar enriba da ponte e se vemos que ninguén vén traballar aquí e que se demora moito, farémonos escoitar de novo o que faga falta». La reconstrucción del puente y el buen ritmo que sin interrupciones exigen para las obras no es un capricho. El cierre al tráfico rodado en el vial está causando serios perjuicios económicos a las empresas que, como aserraderos y un fábrica de muebles, desarrollan su actividad en Santiso.