Todos los que tengan más de cuatro décadas de vida tendrán hasta el 2015
25 feb 2012 . Actualizado a las 07:00 h.Los edificios de más de cuarenta años deberán someterse a una inspección técnica en la que se revisará el estado de su estructura, cimentación, fachadas, medianeras, balcones, techos, azoteas y redes de servicios, entre otros elementos. Así lo establece la ordenanza que anteayer aprobó el pleno y que entrará en vigor en unos meses. Ahora deberá publicarse para iniciar el período de exposición pública y formulación de alegaciones.
La primera inspección deberá realizarse dentro del año siguiente a aquel en que el inmueble cumpla las cuatro décadas desde su construcción o de las obras de rehabilitación integral, si fuese el caso. Pero para aquellos que ya superan esa edad, la ordenanza fija un calendario hasta el 2015, fecha en que, por ley, deben estar revisados todos, según la concejala de Urbanismo, María Pardo. En estos últimos casos, las primeras revisiones deberán hacerse antes de que concluya este año y afectan a los edificios anteriores a 1930, mientras que los de 1930 a 1945 habrán de realizarlas antes de julio del 2013. El Concello publicará cada seis meses aquellos a los que les corresponda entre los que ya tienen esa edad.
Las siguientes inspecciones en los edificios ya revisados serán cada 10 años y, en cualquier caso, han de ser los propietarios los que las contraten y las asuman. De no ser así, el Ayuntamiento tomará la iniciativa de forma subsidiaria -pasándole el coste a los titulares-, que podrían además enfrentarse a multas de entre 300 y 6.000 euros.
Coste máximo
El Ayuntamiento pretende cerrar un convenio con los colegios de Arquitectos y Aparejadores para elaborar una lista de técnicos que facilite la elección a los ciudadanos -aunque la contratación se podrá hacer con cualquier profesional- y para poner un precio máximo a las inspecciones. A modo de ejemplo, Pardo apunta que en A Coruña cuesta 500 euros para edificios de cinco plantas y de 200 a 300 para los de dos. Igualmente, tratará de conveniar con el Consorcio una línea de subvenciones para ayudar a costear la inspección y los arreglos a que esta pueda dar lugar cuando se acrediten dificultades económicas.
Los interesados dispondrán de tres meses para formular el proyecto y solicitar la licencia en aquellos casos en que los técnicos concluyan que la buena conservación del edificio requiera obras.