El sonajero que encargó para su hijo el emperador y que valoraba más incluso que el oro

La Voz

SANTIAGO

02 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El trabajo de este grupo compostelano se titulaba El sonajero del emperador . Recordaban cómo Napoleón III encargó un sonajero de aluminio para su hijo, pues en 1855, cuando lo hizo, lo consideraba más valioso que el oro. Documentaron también cómo se otorgaba más valor a una cubertería de aluminio, que se ofrecía para las grandes personalidades, que una cubertería de oro que se consideraba más vulgar.

El precio, la producción y las funciones del aluminio han cambiado mucho, dicen. Y comparan la bauxita, la roca de la que se extrae el aluminio, con el café: el café se recoge en forma granulada pero hay que molerlo para cocinar, la bauxita también se transforma en un proceso semejante, explican.

El profesor les ha asesorado para la presentación final, que exponen entre los seis galardonados. «Fue un ejemplo magnífico de aprendizaje colaborativo, de compartir conocimientos, de utilizar disciplinas muy diferentes para un tema», indica Francisco Serrallé. Muestra los «modestos medios informáticos de que se valieron, solo el ordenador portátil de la clase, que complementaron con los de sus casas». A la final llegaron 9 centros y grupos de cursos superiores, pero el jurado les premió por unanimidad.