Salvemos a Fracha pide al juzgado la suspensión cautelar de la A-57

Serxio Barral Álvarez
Serxio Barral PONTEVEDRA / LA VOZ

PONTEVEDRA

El colectivo Salvemos a Fracha ha hecho visible su campaña contra la A-57 en diversos actos.
El colectivo Salvemos a Fracha ha hecho visible su campaña contra la A-57 en diversos actos. capotillo< / span>

El colectivo demanda un estudio de impacto ambiental de todo el trazado

28 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El colectivo vecinal Salvemos a Fracha ultima el recurso contencioso-administrativo que presentará la próxima semana en un juzgado de Madrid para detener la tramitación de la autovía A-57. La confirmación de que la batalla se traslada ahora al ámbito judicial llega justamente un día después de que el Consejo de Ministro autorizara la contratación del primer tramo de la futura autovía, entre Vilaboa y A Ermida.

El abogado de Salvemos a Fracha, Jerónimo Escariz, confirmó ayer que el principal objetivo del recurso contencioso-administrativo es obtener la suspensión cautelar del proyecto. «De nada serviría que nos dieran la razón dentro de varios años, cuando la obra esté ejecutada, el destrozo perpetrado y las fincas no se puedan recuperar», explicó.

Según confirmó el abogado, la principal línea argumental del recurso alude al estudio de impacto ambiental, que el Ministerio de Medio Ambiente aprobó el pasado verano. La cuestión es que dicho estudio de impacto solo analiza el tramo que se pretende licitar ahora, los 6,48 kilómetros que unirán Vilaboa y A Ermida. Para completar la pretendida circunvalación de Pontevedra, tendrá que continuar en el futuro con la ejecución, entre otros, de los tramos A Ermida-Pilarteiros y Pilarteiros-Barro, además de la conexión con la autopista AP-9 en Curro.

Escariz subraya que el Ministerio de Fomento optó por elaborar estudios de impacto ambiental tramo a tramo. «Esto evita tener una visión del proyecto en su conjunto, y hace que las zonas en las que se prevé un mayor impacto queden descolgadas del estudio actual». Es decir, que pudiera ser que alguno de los tramos que no son en la actualidad más que una líneas dibujadas sobre un mapa reciba un informe desfavorable cuando se elabore su correspondiente estudio, y ya sea tarde entonces para deshacer lo ejecutado en otra zona.

«Es normal que se ejecute por tramos, pero no estamos de acuerdo con que el proyecto se fraccione también a la hora de hacer el estudio ambiental», insiste el abogado, que confirmó que el recurso exige un estudio conjunto de todo el trazado.

Aprobado en verano

Ese estudio de impacto ambiental del tramo Vilaboa-A Ermida fue aprobado por el Ministerio de Medio Ambiente en pleno verano. De hecho, su publicación en el Boletín Oficial del Estado se produjo en el mes de agosto. No se tuvo en consideración prácticamente ninguna de las alegaciones que habían presentado colectivos como Salvemos a Fracha, Vaipolorío, la Sociedade Galega de Historia Natural, la Asociación Lobo, diversas entidades vecinales y las comunidades de montes de Vilaboa y Figueirido.

Tampoco las que presentó el Concello de Pontevedra, que perseguían suavizar la afección paisajística. Apenas se tuvo en cuenta una parte de una alegación planteada por el Concello de Vilaboa en relación con la afección al trazado del Camino Portugués a Santiago.