Quince años después de que se dieran los primeros pasos para ubicar en Raxó una estación depuradora de aguas residuales y de llegarse a construir una planta de pretratamiento en esta parroquia de Poio, esta infraestructura podría terminar ubicándose en Samieira. Así lo sostienen los vecinos, quienes sostienen que el emplazamiento elegido se encuentra entre las playas de Laño y O Caeiro y «a menos de doscientos metros de las viviendas».
Por lo pronto, este martes, los «peritos de Augas de Galicia estuvieron midiendo el recinto y los accesos al lugar propuesto por el Concello para ubicar la obra», añadieron estas fuentes.
Luciano Sobral, alcalde de Poio, aseguró ayer que desconocía que ya hubiese una decisión firme por parte de la Xunta para ubicar la depuradora. Añadió que, previsiblemente, esta semana que entra mantendrán una reunión con Augas de Galicia, cuyos técnicos «sabemos que están a buscar alternativas a Raxó».
En cualquier caso, lo cierto es que en el entorno de Samieira se ha generado un fuerte rechazo social contra este proyecto que ha fructificado en el nacimiento del colectivo No A La Depuradora En Samieira, que denuncia el «oscurantismo» y la falta de información por parte de las autoridades municipales.
«Consideramos que es una decisión tomada arbitrariamente, sin sentido y tremendamente irresponsable», precisó un portavoz. Las críticas se centran, por una parte, en que no se hayan puesto en contacto con los vecinos y, por otro, en la convicción de que la EDAR tendrá un impacto muy negativo en todo el entorno: «En la elección del emplazamiento ha primado lo práctico por encima del bienestar y la calidad de vida de los ciudadanos».
Asimismo, aludió a cuestiones medioambientales.