Dejó de estudiar con 15 años para trabajar y ahora con 84 es la alumna más veterana de la UNED Sénior de Ourense

Fina Ulloa
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Desde hace seis años Delmira se desplaza desde Maside, donde vive, hasta Ourense para acudir a clase
Desde hace seis años Delmira se desplaza desde Maside, donde vive, hasta Ourense para acudir a clase Miguel Villar

«Si las circunstancias hubieran sido otras, me hubiera gustado ser maestra», dice Delmira Santos Maquieira, que conduce más de 20 kilómetros para asistir a clase

04 nov 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

No hay ciclogénesis explosiva que pueda con el ánimo de Delmira Santos Maquieira. «No soy de mantita y televisión. Siempre fui una persona inquieta, muy activa. Y sigo igual», dice esta ourensana de 84 años con un una voluntad a prueba de borrascas. Este jueves, como si Ciaran no existiese, volvió a hacer en coche el trayecto entre su casa en Maside y el Centro Cultural Marcos Valcárcel para acudir a clase en la UNED Sénior de Ourense. «Ahora que está prejubilado a veces me trae mi hijo, porque el resto trabajan y viven fuera, pero siempre he conducido yo. No me da pereza. Recuerdo algunos días de quedarme a las dos clases, salir de aquí a las diez de la noche y encontrarme unas nieblas tremendas», explica Delmira. Y eso que es una conductora tardía. Sacó el carné de conducir con 54 años en previsión, dice, de que cuando se jubilase su marido se irían a vivir para Maside pero ella aún tendría que seguir trabajando. «Fue una revelación», comenta reflexionando sobre lo bien que le vino esa autonomía a largo plazo.  

Delmira lleva seis años con este ritmo, tantos como tiene esa sección sénior de la UNED y, de hecho, es su alumna más veterana. «He estado en todos los cursos. Me encanta saber y aquí aprendo cosas muy interesantes,además de que los profesores son encantadores y hacen las clases muy participativas» relata esta ourensana. Dice que, mientras pueda, seguirá acudiendo. Según cuenta, estudiar se le dio bien desde siempre. «Me gustaba todo, desde las matemáticas a las ciencias naturales, pero sobre todo siempre fui muy trabajadora y estaba muy atenta en clase. Recuerdo que de pequeña, en el colegio de las Cooperadoras, al final de curso siempre me ponían la banda de la aplicación», dice. De ahí pasó al instituto Otero Pedrayo donde completó tres cursos de bachillerato y ya no continuó. «Empecé a trabajar con quince años. Eran otros tiempos. Yo soy una persona que vengo de una familia humilde. Quizá si las circunstancias hubieran sido otras hubiera sido maestra, porque era una cosa que me llamaba. Me gustaba y además era lo que se podía hacer aquí en Ourense», señala. Pero, positiva por naturaleza, no se lamenta. «No me arrepiento de nada porque he sido feliz en la vida, con mi matrimonio y con los niños. He disfrutado mucho de mi familia aunque trabajé dentro y fuera de casa», aclara.

Y es que, a pesar de los paréntesis por la maternidad (tiene cinco hijos), Delmira trabajó como empleada 23 años en Almacenes La Verdad, un establecimiento de la ciudad en el que podía encontrarse desde telas para confección a cortinas pasando por ropa interior o mantillas españolas. El cierre de la tienda le llevó a una jubilación anticipada pero decidió aprovechar al máximo esa nueva circunstancia «para hacer todo lo que no había podido hacer antes». De ahí que se animase a matricularse en la UNED, pero también a desarrollar otras aficiones, como la pintura. «Tengo 86 cuadros y hay quien dice que no lo hago mal», comenta entre risas.