«En paliativos tienes que saber escuchar y explicar mucho más»

OURENSE CIUDAD

CEDIDA

El Instituto Auriensis de Bioética presenta hoy el libro «Cuidados paliativos; de la teoría a la práctica»

26 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El Colegio Médico de Ourense acoge hoy la presentación de un libro guía orientado a ayudar a los profesionales que tengan que enfrentarse con pacientes en procesos terminales. La oncóloga Leticia Iglesias pone la firma y la cara a un proyecto que nació en el Hospital Comarcal Valdeorras y que aglutina las aportaciones de un grupo formado por el internista José López Castro; la farmacéutica Lucía Conde Cid y la enfermera Cristina Palmeiro.

-¿Cómo surge la idea de hacer un libro sobre cuidados paliativos?

-Aunque existen otras guías, decidimos hacer algo adaptado a nuestro medio, a los medicamentos con los que trabajamos y sobre todo que fuese útil en el día a día para gente que no tuviese mucha formación en este campo concreto o no estuviera tan acostumbrada a tratar con estas situaciones como podemos estarlo nosotros. Lo que queríamos era, por supuesto con la información científica, contar cómo lo hacíamos en una guía de manejo fácil y sencillo que les sirviese de punto de apoyo.

-¿Cuál diría que es el principal valor de esta publicación?

-Creo que algo importante es que intentamos complementarnos unos a otros, porque cada uno es de una especialidad distinta y cada uno aporta su visión del mismo problema. Y otra de las cuestiones es que incluye, además de los temas médicos, aspectos de tramites administrativos o burocráticos, como la realización del testamento vital; y también explicamos temas psicológicos que es algo muy importante, tanto para el trato con el paciente como con la familia.

-¿Hay que tener una madera especial para tratar a todos los implicados?

-En paliativos tienes que saber escuchar y explicar mucho más que en otras circunstancias. Hay que tener mucha paciencia y entender que es una situación muy complicada en la que todo el mundo se puede poner nervioso. El paciente se enfrenta a una situación dura: el final de la vida. Hay que entender lo que eso supone tanto para él, que tiene que asumir que no le quedan muchas opciones, como para la familia a la que muchas veces le cuesta pasar la fase de negación de esa realidad. Son situaciones complicadas a nivel médico pero también muy delicadas a nivel anímico y psicológico.

-¿Se pierden los papeles?

-A veces sí, y hay que mantener la calma, escuchar mucho y dejar que se desahoguen. Además de medicamentos en esto se necesita mucha psicología y saber ponerte en esa situación. Y eso no te lo enseñan en la carrera; vas aprendiéndolo a base de trabajar en este ámbito y, otras veces simplemente te sale de dentro.

-¿Es más difícil el trato con el paciente o con el familiar?

-Eso depende. En todo caso nuestra prioridad es siempre el paciente y que esté lo mejor posible, pero es cierto que aquí en Galicia, y en Ourense aún más, el núcleo familiar está muy arraigado y eso supone que al principio cuesta la toma de decisiones. Pero cuando la gente asume la situación lo que les importa es que su familiar no lo pase mal ni tenga dolor.