La utilización de Internet para difundir fotos íntimas de una amiga le ha costado una condena de dos años de prisión a Juan Carlos Linares, de 48 años, como autor de un delito de revelación de secretos. Se conformó ayer el acusado con esa pena, que le permitirá evitar el ingreso efectivo en la cárcel, dado que carece de antecedentes y podrá obtener la suspensión de la ejecución de condena.
Detallaba el fiscal en el escrito de acusación, al cual prestó conformidad el implicado, que en fecha no determinada y abusando de la confianza con una amiga, sustrajo Juan Carlos Linares una fotos íntimas que la mujer tenía en su teléfono móvil y en su ordenador. Obtuvo, asimismo, la contraseña que ella utilizaba en las redes sociales para completar su perfil.
Publicó el acusado fotos de su amiga en la web milanuncios.com con el texto «soy una chica de Ourense, para pasar el rato y para lo que surja». Recibió mensajes de contenido sexual desde una dirección que utilizaba el acusado. En junio del 2011 recibió también la perjudicada mensajes en su teléfono móvil, en los que le exigía que quedara con él y le advertía que tenía fotos suyas sin ropa.
Algunas de las fotos, de hecho, llegaron a ser publicadas por el acusado, que había logrado hacerse con las contraseñas en cuentas privadas de Facebook y Tuenti, dando la impresión de que era ella misma la que promovía la exhibición.
El caso resulta muy didáctico. Por un lado, sobre los riesgos del material propio de contenido sexual. Por otro, sobre la necesidad de preservar la intimidad y mantener a buen recaudo todo tipo de contraseñas, no solo las de cuentas o tarjetas bancarias, sino también sobre correos electrónicos y cuentas en redes sociales. Y, además, que ciertas bromas son delitos previstos en el Código Penal.