Una empleada de hogar acusa ante la Audiencia de Ourense a su exjefa de tenerla un año sin cobrar: «Comía arroz y huevos»

Marta Vázquez Fernández
M. Vázquez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

La acusada, este martes en la Audiencia Provincial de Ourense
La acusada, este martes en la Audiencia Provincial de Ourense Miguel Villar

La denunciante asegura que se falsificaron sus firmas en unas nóminas, pero la empleadora niega que hubiera falsedad

11 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Visto para sentencia quedó este martes en la sala de vistas de la Audiencia provincial de Ourense la vista contra una mujer a la que se acusa de un delito de falsedad y estafa procesal por el que se pide para ella una condena de cuatro años y nueve meses de prisión, además de una responsabilidad civil de 17.800 euros.

Esta cantidad se correspondería con el dinero que la acusada, Carmen C. V., habría dejado de abonar a una mujer la que contrató para cuidar de sus padres. Es, precisamente, esa empleada de hogar, la que asegura que estuvo durante un año cobrando «a los pocos», sin que su jefa llegara a abonarle nunca la cantidad económica que ambas habían acordado. La denunciante, personada como acusación particular, es la única que reclama un reproche penal en este asunto, ya que la Fiscalía provincial no ve delito alguno.

Los hechos se habrían registrado a lo largo de trece meses. Según relató la acusada, la primera en prestar declaración, en marzo del 2018 contrató a una mujer porque necesitaba que alguien le echara una mano con el cuidado de sus padres. «No era una interna al uso porque solo se quedaba a dormir algunas noches, nos íbamos alternando entre las dos», explicó ante el tribunal. Aseguró que mes a mes le fue pagando los 900 euros que habían acordado, más la Seguridad Social, y que le daba el dinero en mano porque así se lo había pedido ella. Pasado un año, llegaron los problemas. «Un lunes llegó a casa como enfadada, recogió sus cosas y se fue», contó. Días después ambas quedaron en la gestoría para que la asistenta firmase las nóminas y una baja voluntaria, pero sobre lo ocurrido en aquella oficina hay dos versiones distintas.

Así, la acusada asegura que la trabajadora firmó los documentos y pusieron fin a la relación laboral. La denunciante, por su parte, niega haber rubricado documento alguno y atribuye a su exjefa haber falsificado su firma. «Los papeles quedaron en la gestoría», explicó ante el tribunal la mujer, que negó haber pedido a su empleadora que le pagara en mano. «Le di mi número de cuenta, pero ella no me ingresó nada», aseguró. Según su versión, fue la acusada quien la despidió después de haber estado meses pagándole pequeñas cantidades y dejándola de lunes a viernes al cuidado de sus padres. Así, relató que le iba dando 50 o 75 euros, calculando que en un año no llegó a percibir más de 3.000. A preguntas del fiscal, que se interesó por cómo había podido subsistir sin ingresos durante un año, alegó que «comía arroz y huevos».

Las dudas sobre las firmas

Al juicio acudió como perito una grafóloga que analizó las firmas de las nóminas. Aunque no llegó a conclusiones definitivas, sí aseguró que había visto indicios de que las rúbricas podrían haber sido realizadas por la acusada, que habría falsificado la escritura de la denunciante. Así, observó diferencias entre el trazo habitual de la empleada de hogar y el que aparecía en los documentos. Otro perito, citado por la defensa, aseguró lo contrario, concluyendo que las firmas que se atribuyen a la denunciante no podía haberlas hecho la acusada. Ahora será el tribunal el que decida sobre el asunto.