«El Miño cambia de un día para otro»

noelia lage, r. n. OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Alex Carausan

Los socorristas se encargan del buen estado de la playa de la Antena

05 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ramón Vila y Rubén Viso son dos trabajadores de Protección Civil destinados, durante los meses de verano -julio, agosto y septiembre-, a salvamento acuático en la playa fluvial de la Antena. Su ámbito de actuación comprende el espacio situado entre el Puente Romano y el Puente Nuevo.

«Nuestro trabajo es prevenir más que rescatar, evitando que los incidentes no se transformen en accidentes», explica Ramón, que ya lleva cinco años ejerciendo este cometido. Entre sus funciones se encuentra mantener la zona en buen estado, informar a los posibles bañistas y hacer recomendaciones. Todo lo necesario para que ocurra el menor número de eventualidades posibles. En el caso del año pasado, tuvieron dos accidentes por ahogamiento que requirieron asistencia y traslado. El resto fueron incidentes leves como casos de cortes, que son frecuentes ya que no es un terreno liso.

Su horario es de tres a nueve de la tarde, ya que por las mañanas no suele haber gente en la zona: «Llegamos y lo primero que hacemos es una inspección para comprobar el estado del agua, las corrientes, si hay cristales, etcétera». Una vez acabada la inspección inicial, los socorristas realizan rondas periódicas para aconsejar a los bañistas ciertas pautas de seguridad, entre las que destaca no tirarse de cabeza. «La gente piensa que el río está siempre igual, pero el Miño cambia de un día para otro» asegura Ramón.

Entre sus cometidos también se encuentra el de mantener el orden y conseguir que la gente respete ciertas normas de uso.

Cuando alguien desarrolla algún tipo de comportamiento inadecuado o ilegal le llaman la atención. Dado que no hay ningún tipo de ordenanza municipal que les conceda autoridad -como existe para los socorristas en otras sitios- no pueden emitir ningún castigo. «Estaría bien que nos dieran un poco más de protección jurídica» aseguran ambos.

Subir al puente Romano -prohibido por tratarse de un monumento histórico- es uno de los actos ilegales más recurrentes en la playa de la Antena: «La primera vez los invitamos amablemente a que se vayan y, si no nos hacen caso, procedemos a llamar al 112 que, como sí tiene autoridad, no les queda más remedio que obedecer».

Otro de sus cometidos es mantener limpio el río. Para ello tienen que retirar los desperdicios que la gente tira al agua, en muchas ocasiones desde el propio puente.

En cuanto a la afluencia de gente no se notan apenas diferencias entre julio y agosto pero sí una pérdida de bañistas de un año para otro. «El motivo de este descenso es que actualmente hay otras playas fluviales, como la Chavasqueira, que están mejor habilitadas y el acceso a las mismas es mejor», comenta Ramón.