Declara que intentó estrangular a su exmujer

JESÚS MANUEL GARCÍA OURENSE / LA VOZ

OURENSE CIUDAD

El acusado reconoció en la Audiencia de Ourense que no culminó su propósito «porque sería perjudicial para los niños»

12 jul 2013 . Actualizado a las 07:15 h.

«La agredí yo a ella. Le di golpes y hubo un conato de estrangulamiento. La agarré por el cuello intentando estrangularla. Si llego a matarla sería peor para los niños. La razón fueron los niños. Me di cuenta de lo que hacía y que así no iba a mejorar las cosas». Esto confesó ayer en la Audiencia Guillerme S., acusado de un delito intentado de homicidio, otro de lesiones y un tercero, de malos tratos habituales en la persona de su ex pareja. Reconoció que tuvieron una relación «tormentosa» por ambas partes y señaló que le era difícil saber si en esa relación hubo maltrato.

Todo esto sucedió en la mañana del 20 de junio del 2012, cuando este hombre, que ahora vive en Ourense, fue a Allariz, para recoger a la hija común y llevarla al colegio en aquella villa, puesto que, según dijo, su ex mujer le hacía ir varias veces a la semana a recoger a la niña. Ya llevaban unos dos años separados. Aquella mañana discutieron y la mujer no le atendió las llamadas telefónicas. Al entrar en el piso, le dijo que tenían que arreglar la situación y es cuando la agarró del cuello, por detrás, agrediéndola, tirándola al suelo y poniéndole una rodilla en el pecho, diciéndole, según ella, que la iba a matar. También le golpeó la cabeza contra el suelo. En un momento determinado, el acusado soltó a la víctima y llamó a la Policía Local de Allariz para decirles que había estrangulado a una persona, que necesitaba una ambulancia y que posiblemente lo tuvieran que detener a él.

La víctima contó como un tiempo antes de estos hechos ya habían discutido y él intentó tirarla por la ventana de la cocina. «Las cosas tenían que ser como el quería», señaló, estando ya separados. «Me pegó más veces», añadió. Aquel 20 de junio, relató, estaba sola en casa y la agarró yendo a la habitación. «Me faltaba el aire y temí mucho por mi vida. No pude defenderme de él», contó. Recibió varias contusiones, perdió el conocimiento y fue ingresada en el CHUO. Los policías declararon que él estaba sosegado. Una vecina del piso de arriba dijo que escuchaba gritos, golpes y que el acusado se ponía muy agresivo.

El fiscal sostuvo que la intención era matar a su excompañera, pero de repente, tuvo un momento en que cesó en esa acción y llamó a la policía. Por eso dice que fue un homicidio en grado de tentativa serio pero que el autor desistió voluntariamente de la acción inicial. Así no pide pena por este delito. Sí solicitó un año de cárcel por las lesiones y dos años más por malos tratos habituales. Y que pague a la víctima 900 euros, además de no acercarse a ella a menos de 500 metros durante tres años.

La acusación particular ve ánimo de matar. «Paró su acción, sí, cuando se asustó al pensar que la había matado», señaló la letrada. La defensa de Guillerme dice que hubo una agresión «espectacular pero no grave», que no existió intención de matar y que interrumpió el estrangulamiento sabiendo que la víctima estaba viva. Resaltó que en esa relación nunca hubo denuncias previas. Pidió 31 días de trabajos comunitarios.