Un recorrido por la pequeñas cosas de O Barco y su entorno

María Cobas Vázquez
MARÍA COBAS O BARCO / LA VOZ

O BARCO DE VALDEORRAS

LOLITA VÁZQUEZ

En el centro comarcal puede visitarse la exposición de Pancho Sandiás

02 nov 2012 . Actualizado a las 07:05 h.

Aprendió con el procedimiento del ensayo-error. Él solo. Sin más maestro que un curso por correspondencia. Y con su cámara fue inmortalizando lo que pasaba a su alrededor, primero como una afición y después como un modo de vida que durante algún tiempo compatibilizó con su trabajo en talleres Meleiro.

Es la historia (abreviada al extremo) de Francisco Sandiás, Pancho, el hombre cuyas imágenes retrataron los equipos de fútbol de O Barco, pero también a los hinchas en Calabagueiros; a los vecinos vestidos de gala para disfrutar de las fiestas; y plasmó para siempre el desarrollo de las obras importantes en la capital valdeorresa -como la construcción de la pasarela sobre el Sil, o de los edificios que después formaron el barrio de San Roque-; y también a sus compañeros de trabajo, a los carniceros de la plaza... Bajo el foco de Pancho pasaron todos aquellos que le hacían un encargo, a los que respondía «os domingos e festivos» en que «percorre, na súa inseparable moto, as aldeas da contorna», según recordó Gustavo Docampo, técnico de Cultura de O Barco, en la inauguración de Memoria das pequenas cousas, la exposición retrospectiva de Pancho que puede visitarse durante todo este mes en el centro comarcal, en la casa del Ríocigüeño.

El título cuenta lo que uno se va a encontrar a través de más de ochenta imágenes. Son «escenas da nosa historia recente, momentos ligados case sempre á biografía do fotógrafo e o seu contorno máis próximo», añadía Docampo. Son las pequeñas cosas de Outarelo, de donde Pancho procede; las pequeñas cosas de San Xusto, de donde era su mujer; las pequeñas cosas de O Castro, desde donde oteaba los cambios en la fisonomía del casco urbano; las pequeñas cosas del fútbol en la antesala del Centro de Deportes Barco; las pequeñas cosas en el día a día en Talleres Meleiro, reparando los vagones de tren... Esas pequeñas cosas que forman la memoria colectiva de los barquenses. Un recorrido por las fotografías que sacó (y reveló, cuando todavía se hacía como un proceso artesanal) entre 1959 y 1978.

La exposición se complementa con un catálogo en el que se recogen todas las imágenes, y que viene a completar la colección que el Concello de O Barco inició hace ya varios años con recopilaciones de otros fotógrafos imprescindibles en la historia local como Manuel Blanco Pascual, Rufino, Isabel Crespo o Ismael Núñez.