El engaño de la noche

Jorge Mira Pérez
Jorge Mira EL MIRADOR DE LA CIENCIA

OPINIÓN

30 mar 2014 . Actualizado a las 08:00 h.

Aprovechando el momento del necesario cambio de hora (como hacen la mayoría de los países del mundo en nuestra situación), aparecen de nuevo los grupos de presión que quieren modificar el huso horario español. A ellos va dirigida esta columna. Uno de los últimos argumentos que les he oído es: «¿Y cómo meto a mis niños en cama en verano si el sol se pone tan tarde?». Veamos a qué hora se pone el sol el 1 de julio, por ejemplo, en algunas capitales europeas con las que compartimos hora oficial: en París se pone a las 21.58 horas; en Ámsterdam, a las 22.06; en Bruselas, a las 21.59... ¿y en Madrid? ¡Pues a las 21.49! ¡Más temprano! ¿Cómo puede ser esto? Por el modo en el que el planeta se mueve alrededor del Sol, haciendo que la duración de la noche oscile más de 6 horas a lo largo del año (por eso cambiamos la hora dos veces al año) y haciendo que la línea que separa el día de la noche en el planeta no sea paralela al meridiano de Greenwich más que dos días al año. Por eso el sol puede ponerse en verano más tarde en París que en Madrid, algo que algunos parece que ignoran... o bien se callan.