Mo Yan se consagra y da a la literatura china su segundo Nobel

La Voz MIGUEL LORENCI ESCARPA | COLPISA

CULTURA

Realidad, sueño, sátira y leyenda se mezclan en la original obra del narrador asiático, un rico friso de la China profunda y sus desafíos en el último siglo

11 oct 2012 . Actualizado a las 21:33 h.

Mo Yan hizo bueno el pronóstico y se adjudicó el jueves el premio Nobel de Literatura 2012 y sus 930.000 euros de bolsa.

Según el acta del galardón, se le premia «por conjugar en su obra el realismo alucinatorio, leyendas, historias y elementos contemporáneos».

Una obra original, variada e intensa que constituye un friso de la China profunda, un rico caleidoscopio de su evolución y sus desafíos a lo largo del siglo XX y en la que destaca Sorgo rojo, su novela más popular.

Para los académicos suecos la narrativa de Mo Yan evidencia «una complejidad que evoca a Willian Faulkner y Gabriel García Márquez» a pesar de su anclajes «en la antigua literatura china y en la tradición oral». Presentado a menudo como el Kafka chino, él mismo reconoce su deuda con esto narradores y con Tólstoi.

Yan, uno de los mejor colocados en las quinielas, se confirma con el Nobel como uno de grandes maestros de la narrativa contemporánea.

Se impuso a otros candidatos eternos, como el japonés Haruki Murakami, la canadiense Alice Munro y el estadounidense Phillip Roth. Tremendamente popular en China, tenía ya en su poder el premio de los escritores chinos y todos los grandes galardones oficiales de su país. Otro excepcional narrador asiático, el japonés Kenzaburo Oé, Nobel en 1994, había dicho que «si pudiera escoger al próximo Premio Nobel, sería Mo Yan». Es el segundo galardón de la Academia sueca para la literatura del gigantesco país asiático después de que el franco-chino Gao Xingjiang lo obtuviera en 2000.

Hijo de campesinos nacido en Gaomi, al noreste de China, en 1955, Mo Yan es uno de los autores más leídos y respetados en su país. Se ha mantenido relativamente a salvo del rigor del régimen chino, a pesar de las aceradas críticas que encierran sus narraciones, en las que alterna tragedias épicas e insondables y con un vitriólico sentido del humor y una sátira feroz. Su afán por no llevar sus críticas más allá de sus narraciones y la tibieza de sus escasas declaraciones públicas en foros internacionales, le ha señalado a veces como colaboracionista con el régimen comunista.

Origen campesino

Su verdadero nombre es Guan Moye y su seudónimo Mo Yan significa No hables. Agricultor y obrero durante la revolución cultural, obligado como millones de compatriotas a dejar las escuela con 12 años, se sumó a mediados de los años setenta del pasado siglo a las filas del Ejército Popular de Liberación. En esa época comenzó a estudiar literatura y a publicar sus primeros relatos en los que recreaba su realidad como campesino pobre.

Traducido hoy a todas las grandes lenguas occidentales, su primer éxito llegó en 1986 con la novela corta 'El rábano de cristal'. Se dio a conocer en occidente con 'Sorgo rojo', narración de 1987 adaptada al cine por el director Zhang Yimou que mereció el Oso de Oro en Berlín en 1988. En cinco historias que entremezclan, recorre los acontecimientos más trágicos del China a lo largo del siglo XX, de la ocupación japonesa, a la explotación del campesinado.

La obra de Mo Yan está bien editada en España por el sello Kailas, que tiene media docena títulos del narrador chino en su catálogo, incluida sus grandes novelas. Publicó en 2008 Las baladas del ajo, gran retrato de la China rural y en Grandes pechos, amplias caderas', que llegó a estar prohibida en su país y que Yan se vio obligado a autocriticar, repasa la historia reciente de la China del siglo XX desde la peripecias de una mujer.

Con 57 años, el Nobel le consagra como un indiscutible maestro de la literatura universal, capaz de sorprender con cada nueva novela y mantener su desafío literario a la clase dirigente de su país. No haber sufrido cárcel ni el permanente acoso habitual de disidentes y artista chinos no afectos al régimen de Pekín y el hecho de plegarse a le exigencias de autocrítica y aceptar los premios oficial ha empañado el presunto perfil disidente del narrador. Y eso que la literatura de Yan no elude los temas más polémico y escabrosos y se atreve con dramas como la dictatorial política de planificación familiar en China que condena y satiriza en Rana.

Heroínas

En Grandes pechos amplias caderas la opresión, las injusticias y la dominación masculina son el motor de la épica y critica historia y el gran homenaje del autor a la resistencia y al universo femenino.

La protagonista, Shangguan Lu, es una férrea superviviente y madre de ocho hijas antes de conseguir el deseado varón que hará perpetuar la estirpe. Un heroína que arriesga su vida para salvar la de su descendencia en medio del caos, las guerras y las penurias de la violenta sociedad china del último siglo. Sola, vapuleada por la política feudal y la dictadura maoísta, fue obligada a crecer con los pies vendados y a casarse con un herrero estéril.

Rana, publicada en 2009, aborda otro de los grandes dramas chinos, la política del hijo único que aún rige en el país y que Yan demoniza.

Es su última novela y la primera de sus obras traducida por Kailas directamente del chino. El título, alude a la enorme capacidad anfibio para reproducirse y simboliza la multiplicación de la vida. La China rural es vista desde el prisma de una médica de familia que se debate entre el sometimiento a las directrices políticas para congelar la natalidad practicando abortos a mujeres embarazadas del segundo hijo, y el dictado de su corazón que le pide proteger a los niños y prevenir embarazos involuntarios.

En 'La vida y la muerte me están desgastando' Yan alterna el registro realista mágico y el humor negro. Recorre la vida del terrateniente Ximen Nao que tras su ejecución desciende al inframundo. Será condenado a reencarnarse en un burro y comienza su insólito ciclo de vidas, muertes y transmigraciones en distintos animales. Pero sólo en el exterior, porque su mente y sus recuerdos son los del hombre que era antes de morir. Marcada por un humor ácido y ocurrente, Mo Yan se convierte en personaje d ela narración cita su propia obra y se ríe de sí mismo.

En Las baladas del ajo, la sátira y la subversión van de la mano.

Retrata la presión del régimen comunista en la China rural, animando a los granjeros a plantar grandes campos de ajo. Los campesinos recorren vastas distancias con su cosecha, pagan elevados impuestos para descubrir que es imposible venderlos porque los almacenes estatales están repletos.

La brutal represión acabara con la rebelión campesina, pero bajo las condiciones terribles emerge el amor y la lealtad.

En La República del vino el investigador criminal Ding Gou'er debe desenmascarar un posible caso de canibalismo en la Tierra del vino y los licores. El vino empaña su mente desde que llega a ese misterioso lugar y obstaculiza su investigación. El suspense y el humor son de nuevo los mimbres narrativos de Yan.

Shifu harías cualquier cosa por divertirte es una novela fragmentada en ocho relatos breves. El protagonista Ding, un anciano que ha dedicado 43 años de su vida a una fábrica municipal ganadera tiene el título honorífico de 'shifu' o maestro. A pesar del reconocimiento y una semana antes de jubilarse le despide. Decide convertirse en un empresario y se adentra en el mundo capitalista, simbolizando el salto del arcaísmo a la modernidad que caracteriza toda la obra de Mo Yan.