Honda CB750 Hornet: el avispón vuelve a zumbar

Por Javier Armesto

MOTOR ON

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La Honda Hornet, una de las «naked» más populares, regresa después de una década con un nuevo motor bicilíndrico, menos peso y la misma diversión a raudales. Compacta y deportiva, su diseño joven engancha.

18 feb 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

En 1998, la Honda CB600F, conocida popularmente como Hornet (avispón, aunque esta denominación no se pudo utilizar en varios países, España entre ellos, por un problema de derechos de marca), se convertía en la respuesta del fabricante japonés a la Ducati Monster, que unos años antes había inaugurado el segmento de las naked street fighter: motos sin carenado y con manillar completo, a diferencia de las deportivas puras que reinaban en aquella época, pero con un motor con mucha chicha y un peso contenido que las hacía muy divertidas de pilotar.

Aquella Hornet, con su faro redondo, la gruesa manguera del radiador envuelta en una malla metálica y el escape elevado paralelo al colín, tuvo mucho éxito y se mantuvo en producción hasta el 2013, con un restyling en el 2007. Ahora, una década después, Honda ha decidido reeditarla, pero adaptada a los tiempos: el motor ya no es el cuatro en línea canónico de la casa nipona, sino un bicilíndrico en paralelo que sube de cubicaje hasta los 755 centímetros cúbicos y que rinde 91,8 CV a 9.500 revoluciones. La potencia ha bajado ligeramente (3 caballos) pero el par máximo ha aumentado considerablemente hasta los 74,4 Nm, diez más que su antecesora. Y el peso también ha disminuido, desde los 203 kilos de la última Hornet con ABS a los 190 de la actual, en orden de marcha.

El resultado es una moto que si se le retuerce la oreja corre como una exhalación, con un sonido ronco del escape que amortigua notablemente las explosiones que se producen al bajar de marcha. Obviamente, moverla es tremendamente fácil, así que en curva vamos a poder meterla como queramos, con la seguridad que da contar con una parte ciclo a la altura: horquilla invertida Showa con 120 mm de recorrido, monoamortiguador trasero con basculante Pro-Link y un equipo de frenos liderado en el tren delantero por un doble disco de 296 mm con pinza Nissin de cuatro pistones y anclaje radial. La mordiente es notable, por lo que conviene apretar la maneta con suavidad.

Estéticamente, la primera impresión no es la que cuenta, y más si recordamos la Hornet original. El faro triangular estilo cabeza de insecto cabreado nos descoloca, pero poco a poco vamos apreciando sus líneas modernas, agresivas y depuradas, que han merecido incluso el prestigioso premio de diseño Red Dot. Es una moto compacta, algo que valoraremos especialmente cuando nos subamos en ella y notemos cómo las piernas se acoplan a la perfección alrededor del pequeño depósito. Nuestra versión de prueba, en color Negro Graphite, tenía el chasis de acero (de tipo diamante) pintado en rojo oscuro, al igual que las botellas de la suspensión, una combinación muy acertada. Está disponible también en Blanco Glare Perlado, Gris Iridium Metalizado y, cómo no, un Amarillo Goldfinch Mate que hace honor al nombre de avispón.

La posición de las piernas es perfecta, con las estriberas ligeramente retrasadas, mientras que el conjunto tronco-brazos no va forzado en absoluto, aunque la ausencia total de carenado hace que notemos la fuerza del viento a partir de 120 km/h. El embrague antirrebote permite hacer cambios de marcha rápidos con una pulsación leve de la maneta y disponemos de cuatro modos de conducción, Standard, Rain, Sport y uno personalizable. El cuadro de instrumentos puede mostrar diferentes vistas y cuenta con Honda Road Sync, que nos permite, si llevamos unos auriculares Bluetooth, acceder a nuestro smartphone en marcha para navegación paso a paso, llamadas, mensajes y música.

Con un precio de 7.800 euros, la nueva Hornet es un moto accesible, que se puede pedir con la potencia limitada a 35 kW (47 CV) para los que tengan el carné A2. Hay disponibles varios packs de accesorios, desde estéticos (visera, colín, adhesivos de rueda) a mecánicos (quick shifter, escape deportivo) o de viaje (bolsas laterales, puños calefactables).

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NX500, una trail de bolsillo

La gama Adventure de Honda es de las más completas: desde las monocilíndricas CRF300L y CRF300 Rally a la maxitrail Africa Twin, la Transalp de 750 (el mismo motor de la Hornet), la polivalente NC750X o el maxi escúter X-ADV. En la media cilindrada se mantiene todavía la CB500X, pero la marca japonesa ya ha lanzado al mercado su sustituta, la Honda NX500. Con una estética muy campera, pese a no llevar llantas de radios, llama la atención por su gran pantalla y su rueda delantera de 19 pulgadas (la trasera es de 17), además de una altura al suelo de 250 mm.

El propulsor es un bicilíndrico de 47 CV que alcanza 43 Nm a 8.600 revoluciones. La moto pesa 196 kilos, pero aquí van incluidos los 17,2 litros del gran depósito de combustible. El control de tracción se puede desconectar para circular por carreteras de tierra o grava y la horquilla invertida delantera y el monoamortiguador trasero absorben perfectamente las irregularidades.

Los accesorios opcionales, como deflectores de viento, barras de protección laterales y frontal, pantalla ahumada, faros antiniebla, puños calefactables, maletas y top box, entre otros, permiten personalizarla todavía más. Cuesta 7.600 euros y está disponible en colores Negro GunPowder Mate Metalizado, Blanco Horizon Perlado y Rojo Grand Prix.