Conflicto vacuno en la Insuas do Miño

m.a. LUGO / LA VOZ

OUTEIRO DE REI

OSCAR CELA

Algunos ganaderos llevan sus vacas a pastar a los prados en las islas, pero ahora son de la Diputación

17 jul 2017 . Actualizado a las 23:10 h.

Las Insuas do Miño, que son varias islas entre los diferentes brazos del río en los municipios de Outeiro de Rei y Rábade, forman parte de la Red Natura 2000 y son la zona de especial conservación (ZEC) Ladra-Parga-Támoga. Desde que la Diputación la declaró como reserva da biosfera Terras do Miño hace más de una década, esas islas pertenecen a la Diputación y también sus territorios. El organismo provincial accede a que determinadas instituciones o colectivos usen los terrenos de las islas para trabajos de tipo ecológico, y ahí es donde empiezan los choques con algunos de los antiguos propietarios de fincas, que siguen considerando que pueden disponer de ellas para uso ganadero mientras tengan las explotaciones en uso.

Una de las últimas denuncias que se produjo este año fue la de un vecino de As Pontes, en representación de la Asociación Galega de Custodia do Territorio, que actualmente está realizando trabajos de recuperación de prados y especies autóctonas en el lugar de Pedragoso, Outeiro de Rei, dentro de las islas, y al amparo de un convenio pagado por la Diputación. Este vecino denunció que en meses pasados realizaron un plantación en las islas de carballos, fresnos, cerezos y salgueiros. En total plantaron 45 árboles, valorados en 140 euros, y recientemente vieron que la plantación estaba pisoteada por vacas que pasaron por el lugar, y que incluso se comieron algunos de los brotes de la plantación.

En la denuncia aseguran que el destrozo de su plantación no fue un hecho aislado y casual, sino que varios rebaños de vacas pastan habitualmente en las islas del Miño, accediendo por un puente o por un lugar poco profundo del río. Asegura en la denuncian que los propietarios de esas vacas siguen utilizando sus antiguas parcelas para el pasto y que eso no solo daña las plantaciones sino que también deja excrementos del ganado que no están contemplados dentro de la zona ZEC de protección.

Tras esta denuncia, la Diputación conminó a los propietarios a que dejen de usar esas parcelas pero ellos aseguran que siguen siendo suyas porque así se les dijo, que podrían usarlas mientras sus explotaciones siguiesen funcionando. Sin embargo, legalmente ahora la Diputación quieren que dejen de utilizar esas zonas como pastizales y recurrió a la Xunta y al Seprona para que hagan cumplir la ley e impidan la retirada de esos rebaños de vacas en las Insuas del Miño.

La Xunta alegó que desconoce el protocolo que se acordó en su día entre la Diputación y los ganaderos y que por tanto desconoce si existe una prohibición taxativa de entrar en ese lugar el ganado por la vía de la propiedad o del uso. La Xunta pide que, si se observan prácticas inadecuadas para ese tipo de terrenos, se denuncien en concreto esos comportamientos, y dice que el uso del terreno no es de su incumbencia.