Trabajar con perros «mola» más que ejercer de ingeniera y fontanero

tania taboada LUGO / LA VOZ

CASTRO DE REI

OSCAR CELA

Dos educadores caninos que dejaron sus oficios para iniciar otro proyecto

29 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

A Antonio Sanfiz (Lugo, 1986) y a Virginia Torrecillas (Murcia, 1974) los unió su pasión por los perros. Ella, ingeniera de caminos y él, fontanero, dedicaban su tiempo libre a practicar su afición: trabajar con los canes. Se conocieron en agility, una modalidad competitiva donde un guía dirige a un perro sobre una serie de obstáculos, los cuales tiene que librar de manera limpia y lo más exacta posible, compitiendo contra reloj. Ambos participaban en estas competiciones en sus tiempos de ocio y tenían una forma de pensar muy parecida: trabajar en positivo y respetar el tiempo que el perro necesita para aprender o modificar algo en su conducta. En febrero de este año decidieron dejar sus respectivos trabajos y emprender juntos una nueva etapa volcada en su pasión. Pusieron en marcha Globus Natura, una empresa cuyo objetivo es la búsqueda del equilibrio entre las relaciones del ser humano con el resto de los animales.

Tanto Antonio como Virginia son educadores, entrenadores y terapeutas caninos. Su finalidad es ayudar a las personas que comparten su vida con un perro a comunicarse con él y establecer una relación respetuosa con el animal que conviven. Además, realizan un tratamiento personalizado y adaptado a cada caso, conociendo al perro en su entorno habitual. A su vez, estos dos chicos divulgan sobre conciencia animal en general y canina en particular, a través de charlas en centros educativos.

Dos perros adoptados

Titán y Azaña, dos de los perros de estos emprendedores, llevan a estos jóvenes a lo que son como profesionales. Antonio Sanfiz, promovido por un sentimiento de conciencia animal, acudió a la protectora de animales de Lugo para adoptar un perro pero no sin antes formarse como educador y poder enseñar a su futuro compañero. Llegó y a primera vista optó por acoger a Titán. El perro tenía mucha inseguridad hacia las personas y cierto grado de agresividad por miedo. Hoy es un perro rehabilitado, cariñoso, le encantan los niños y convive sin problema con el resto de sus ciudadanos. Con respecto a Azaña, tiene hoy ocho años. Fue recogida por Virginia en una calle de Valencia. Mostraba un miedo agudo sobre todo hacia los hombres. En sus horas de soledad destrozaba los muebles de casa. Esta situación hizo que Virginia Torrecillas decidiera formarse en educación para ayudarlo y quizás algún día darlo en adopción.

A día de hoy, estos dos perros son los precursores de esta motivación hacia el mundo canino y forman también parte de su empresa, junto a otros cuatro perros, tres de ellos adoptados en la protectora de Lugo. Como cada uno tiene sus habilidades, unos ayudan en la rehabilitación de otros animales, otros practican agility y otros fueron adiestrados para realizar terapia con animales.

Futuro proyecto

Con el objetivo de dar un mejor servicio y calidad de vida que viven en el refugio, se plantea una reunión entre la Protectora de animales, el departamento de etología del Rof Codina y Globus Natura para crear un Centro de educación dentro de la Protectora de animales.

cuando la vocación se convierte en profesión