Una excavación en Armanyá precisa la delimitación del «burgo vello» de Lugo

Enrique Gómez Souto
enrique g. souto LUGO / LA VOZ

LUGO CIUDAD

Los arqueólogos completan el rompecabezas arqueológico de Armanyá.
Los arqueólogos completan el rompecabezas arqueológico de Armanyá.

Hallan restos de una casa romana porticada y con hipocausto en Armanyá 63-65

22 dic 2014 . Actualizado a las 07:51 h.

La calle Armanyá de la capital lucense sigue aportando datos relevantes para reconstruir la historia de Lugo. Después de los notables restos arqueológicos hallados en solares de esta plaza, el resultado de la excavación de la finca 33-35 parece confirmar, en opinión de los historiadores, que el llamado «burgo vello» debió de ser más reducido de lo que se pensaba inicialmente. Los arqueólogos encontraron vestigios de una domus, una casa romana, porticada.

La excavación del citado solar la llevó a cabo Mary Luz Fernández, de la empresa Arqueoconsulting, dirigida por Francisco Hervés. El trabajo de documentación gráfica corre a cargo de Eduardo Dughera Rodríguez. Fernández explica que en el citado solar halló restos de una casa romana, porticada, próxima a la calzada decumanus máximo.

La excavación puso de relieve que la casa tuvo distintas reformas a lo largo de un período de tiempo dilatado, desde su construcción en época altoimperial hasta la Edad Media. Se conservan restos de las estructuras básicas de los muros.

La casa tenía dos accesos desde la calle, uno desde el noroeste y otro desde el noreste, donde se encontraba el patio porticado.

Restos representativos

Mary Luz Fernández señala que lo más representativo de lo hallado en este solar de la calle Armanyá lo constituyen los restos del hipocausto (sistema de calefacción). Aunque está arrasado, la arqueóloga descubrió parte de una pared lateral de ladrillos, y del suelo, también de ladrillos.

La excavación permitió localizar igualmente vestigios de la calzada, con dos pilastras correspondientes a la zona porticada de la casa.

Los arqueólogos señalan que en este solar se identifican hasta cinco niveles de ocupación; pese a que está arrasado, se definen bien la zona porticada, la estancia del hipocausto y las entradas. Destacan que prácticamente no hay transición entre el nivel tardorromano y el medieval, lo que, en su opinión, sugiere que el «burgo vello» debió de ser de ámbito más reducido de lo que se creía. No aparecen vestigios medievales. Otro aspecto que parece confirmar esta excavación es la relación entre las calzadas y la localización de los hipocaustos. Esta relación vendría dada por la ubicación del horno cerca de la vía para facilitar la descarga de la leña necesaria para alimentar el fuego.

El trabajo en el solar finalizó en el pasado mes de noviembre. Desde entonces el equipo de Arqueoconsulting lleva a cabo las labores de tratamiento de toda la información recogida sobre el terreno.