El turismo rural, una de sus principales fuentes de ingresos, está en peligro por el deterioro de estas peculiares e históricas construcciones
13 ene 2014 . Actualizado a las 09:48 h.Para los vecinos de O Piornedo las pallozas son mucho más que unas viviendas de origen prerromano construidas con piedra, madera y paja, que forman parte del patrimonio de Galicia, y que los turistas contemplan admirados porque remiten a unos tiempos en los que personas y animales se cobijaban bajo el mismo techo. Para la treintena de habitantes de esta aldea de Cervantes, situada a 1.200 metros de altitud, las pallozas son pasado, pero también presente y futuro. «O meu home naceu e criouse nesta palloza. Hai 52 anos que deixamos de vivir nela», explica Victorina González, de 72 años. Ella también vino al mundo y creció en una, en la aldea cercana de Vilarello, y quizá por eso le afecta aún más ver el estado de abandono en el que se encuentran actualmente. La falta de mantenimiento -llevan tres inviernos sin ser reteitadas porque la Xunta retiró las ayudas- está acelerando el deterioro que desde siempre han provocado la lluvia, la nieve y el viento. En las cubiertas de la quincena de pallozas y de la media docena de hórreos de Piornedo hay agujeros, y las estructuras de madera están a la vista en muchas. «Isto é unha vergoña. Dá pena ver como chove nelas. Se non se fai algo axiña, non vai quedar nada», relata.