Los socios de Alimentos Lácteos aportan 1,6 millones

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

OUTEIRO DE REI

OSCAR CELA

Las cooperativas acudieron a una ampliación de capital para mantener el modelo de negocio que desarrollan

01 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Las cooperativas que forman parte de Alimentos Lácteos efectuaron ayer una ampliación de capital de 1,6 millones, hasta completar los cerca de cuatro millones de euros. Las aportaciones fueron realizadas en función del volumen de leche entregada a la industria.

El acuerdo que culminó con la ampliación de capital de ayer fue fraguado en la última reunión en la que analizaron la situación de la industria y acordaron mantener el modelo de negocio. La ampliación supone, según el gerente de la compañía, Miguel Martín, un aporte de oxígeno a la sociedad, que a partir del próximo mes de septiembre tratará de darle un empujón a las ventas, tanto en Galicia como fuera de la comunidad, con sus dos marcas propias.

Las cooperativas que forman parte de Alimentos Lácteos aportaron entre 10.000 y 400.000 euros a la sociedad anónima. La anterior ampliación fue en el otoño del 2011, en que los socios completaron hasta los 2,3 millones de euros.

Alimentos Lácteos se hizo cargo de la planta de Pascual en Outeiro de Rei, el 23 de enero del año 2010, después de firmar un contrato de alquiler por once años, con opción de compra con el grupo burgalés. La sociedad nació con un capital de 800.000 euros. El 52% estaba en manos de dos de los accionistas, las cooperativas Arzuana y Gancobre, que en la ampliación del 2011 pasaron a ostentar el 50,9%. No ha trascendido cómo quedó el nuevo reparto con la decisión adoptada ayer.

Los socios

De Alimentos Lácteos forman parte Arzuana, Gancobre, Tierra Llana, Mopan, Indega, Codegui, Codeira, Perpetuo Socorro, Oriber y O Pereiro.

Gancobre, pese a formar parte del accionariado mayoritario hace unas semanas que no entrega la leche a Alimentos Lácteos, sino que se la vende a otra industria.

El gerente de Alimentos Lácteos, Miguel Martín, reconoció hace unos días que la sociedad es un negocio que va por su tercer año de vida. «Estamos sufriendo -dijo- más que los demás, nos ha costado aguantar el tirón, pero en la reunión con las cooperativas hemos decidido seguir aguantándolo». También dijo que si la compañía tuviera una planta de las dimensiones de su mercado «nuestro negocio sería redondo».